CADA
DÍA CON DIOS
Buscando
lo Perdido
Jesucristo a través de una parábola nos enseña a buscar lo que en algún momento determinando se nos ha perdido y que para nosotros o para el buen funcionamiento de lo que tenemos es muy Importante.
En
este caso se trata de una oveja, tal vez para muchos de nosotros dejar noventa
nueve para concentrarnos en una sola puede ser algo ilógico.
Para
un ganadero que vive de su ganado las cosas son diferentes, para él cualquier
pérdida por insignificante que parezca ya afecta su economía. Mateo 18.
12 “¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de
ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se
había descarriado?”
Jesucristo
nos muestra la importancia de buscar lo que se nos ha perdido a través de esta
historia, de un Pastor a quien se le pierde una de sus ovejas.
Lógicamente
que para este pastor lo más importante era su rebaño. Nosotros no somos
pastores de ovejas o ganaderos pero podríamos preguntarnos ¿qué es para
nosotros lo más importante? Son muchas las cosas que podríamos establecer como
importantes. En esta ocasión tomaremos nuestra relación de pareja como lo más
Importante.
Cuando
nosotros conocimos a la persona quien ahora es nuestro esposo/a había muchas
cosas de ellos que nos cautivaron.
De
esta misma forma nuestra pareja también vio en nosotros muchas cosas que le
cautivaron o que la enamoraron.
Las
relaciones de pareja con el pasar de los años en lugar de fortalecerse muchas
de ellas se van deteriorando. La causa para su deterioro es sencillo todas esas
cosas que teníamos y que enamoraron a nuestra pareja ya se han perdido.
Que
cosas hemos perdido y es necesario volver a buscar para restablecer o mejorar
nuestra relación de pareja.
1. Palabras
sazonadas. Colosenses 4. 6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada
con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” Llevados por la
ansiedad o por los afanes de este mundo hombres y mujeres cada día perdemos la
capacidad de conquistar con nuestra forma de hablar, cada vez nuestra forma de
hablar se torna más violenta o fría, sin ninguna sazón. La verdad es que cada
día somos menos amorosos.
Proverbios
7. 21-22 “Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, Le obligó con
la zalamería de sus labios. Al punto se marchó tras ella, Como
va el buey al degolladero, Y como el necio a las prisiones para ser
castigado” Deberíamos también hacer lo mismo para mantener enamorada a nuestra
pareja.
Renuncia
a toda amargura. La amargura de nuestro corazón se refleja en nuestra forma de
hablar. Recordemos que de nuestra boca sale lo que en realidad hay en nuestro
corazón. Lucas 6. 45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo
bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de
la abundancia del corazón habla la boca.”
2.
Detalles. Ester 5. 4 “Y Ester dijo: Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán
al banquete que he preparado para el rey.” Los detalles por pequeños
que sean hacen sentir bien e importante a la persona que los recibe.
No siempre los detalles tienen que representar dinero. Tan solo una mirada, un
toque de manos, una palabra dulce. Etc.
3.
Tiempo de calidad para nuestra pareja. Lucas 5. 15 - 16 “Pero su fama se
extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase
de sus enfermedades. 16 Mas él se apartaba a lugares
desiertos, y oraba” Para esto tampoco necesitamos dejar de trabajar, se trata
de que aprovechemos los momentos que podemos estar juntos y que los desperdiciamos
por estar concentrados en otras cosas.
Son
muchas las cosas que hemos perdido y que es necesario recuperar o buscar, cada
quien sabe que es lo que ya no tiene y por esta razón la relación de pareja ha
caído en la monotonía, no dejemos que la rutina acabe con aquellas cosas hermosas
y sencillas que un día los unió.
Dios
les bendiga abundantemente.
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