martes, 5 de enero de 2021

Cada día... Se cosecha lo que se siembra.

 


CADA DÍA CON DIOS

Se cosecha lo que se siembra.

 Todo lo que los seres humanos hagamos es lo que más adelante recibiremos.

A esto en el mundo se le llama la ley de la compensación, espiritualmente lo conocemos como la ley de la siembra y la cosecha. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”

Noé era justo, pero cometió su primer error. Génesis 9. 21 “y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.”  Lógicamente ese error generaría también sus consecuencias.

1. Hizo que su Hijo lo Deshonrara. Génesis 9. 22 “Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera” De lo que nosotros hagamos depende que los demás nos honren o nos deshonren.

2. Causo la Maldición de su hijo. Génesis 9.  25 “y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos.” Muchos de nuestros actos no solo nos afectan a nosotros también afectan a quienes viven con nosotros.

Como evitar las malas Consecuencias.

1. Debemos entender que la ley de la siembra y la cosecha es inevitable, todo lo que hagamos genera consecuencias sean buenas o malas.  Oseas 8. 7 “Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán.”

2. Debemos hacer a otros lo que quisiéramos que nos hagan a nosotros. Mateo 7. 12 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”

No se trata tan solo de no hacer el mal se trata de hacer a otros lo que quisiéramos que ellos hagan con nosotros: queremos que algún día nos digan que nos aman empecemos diciéndolo nosotros.

3. Hagamos siempre lo bueno. Santiago 4. 17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” De nada sirve tener buenos sentimientos si no estamos dispuestos a actuar a favor de los demás.

4. Pensemos siempre en el bienestar de los demás. Que nuestros actos vallan enfocados al servicio. Mateo 20. 28 “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

5. Cambiemos nuestra manera de pensar. Solo cuando nuestros pensamientos son positivos y llenos de vida nuestros actos son los mejores. Filipenses 4. 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”

6. Seamos responsable de nuestros actos. Cuando nosotros entendemos que debemos responder por lo que hacemos nos cuidamos y tratamos de hacer lo mejor.

7. No vivamos de excusas o pretextos. Las excusas son una venda en los ojos de los que no quieren ver la realidad de lo que hacen para poder corregir. 

Es inevitable que todo lo que hagamos genere consecuencias por lo tanto es necesario que antes de hacer algo pensemos si eso que estoy haciendo o pienso hacer es lo que quiero cosechar el día de mañana.

Si no nos gusta lo que estamos cosechando entonces cambiemos lo que estamos sembrando.

Dios les bendiga abundantemente. 

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