Experimentando
el Poder de Dios.
Muchos queremos experimentar el poder de Dios en nuestra vida. Porque creemos que experimentar el poder de Dios es no tener problemas.
Experimentar
el poder de Dios sin tener problemas seria como pretender experimentar el poder
de un extintor sin que haya fuego.
En
el capítulo 14 de Génesis encontramos una historia de guerra en la cual Sodoma
y otros pueblos no pudieron defenderse a pesar de sus armas y hombres de guerra
Sodoma
fue derrotado todos sus bienes fueron hurtados y Lot fue llevado en cautiverio.
Versículos 11-12 “Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus
provisiones, y se fueron. Tomaron también a Lot, hijo del hermano de
Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.”
Dios
es un Dios poderoso él podría ayudarnos de tal manera que nosotros no tengamos
que hacer absolutamente nada.
Dios
no quiere convertirnos en unos inútiles él no nos hace las cosas él quiere
capacitarnos para que logremos las cosas.
Dios
quiere mostrar su gloria y su poder y también quiere que aprendamos a
desarrollar lo que él nos ha dado. Versículo 14 “Oyó Abram que su pariente
estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos
dieciocho, y los siguió hasta Dan.”
Sodoma
tenía muchos hombres y un ejército muy bien conformado. Abraham se enfrentaría
tan solo con trescientos dieciocho no soldados sino criados común y corrientes.
Dios
permite que tengamos dificultades para mostrarnos su poder, ganar la guerra con
muchos hombres bien entrenados no sería nada del otro mundo, pero hacerlo con
pocos hombres y no entrenados si sería algo sobrenatural.
Que
alguien teniendo mucho dinero tenga cosas y viva bien no es nada del otro mundo
eso es lo que se espera de él. Pero que una persona con pocos recursos tenga
cosas y viva bien si es estar con Dios.
Si
somos cristianos debemos estar confiados que con Jesucristo siempre seremos más
que vencedores. Versículos 15-16 “Y cayó sobre ellos de noche, él y sus
siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de
Damasco. Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus
bienes, y a las mujeres y demás gente.”
Si
peleáramos en nuestras fuerzas seriamos vencedores, pero como es Cristo quien
pelea por nosotros y nos da la victoria utilizando lo mínimo de nuestras
fuerzas somos más que vencedores. Romanos 8. 37 “Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”
No
importa cuánto nos ofrezca el mundo siempre debemos confiar en el poder de Dios
y no en el poder del mundo. Génesis 14. 21-23 “Entonces el rey de Sodoma dijo a
Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. Y respondió Abram al
rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos
y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de
todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram.”
La
única oportunidad que tenía David para derrotar al gigante era si lo hacía en
el nombre de Dios.
1
Samuel 17. 45 “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y
lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el
Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.”
Gedeón
no necesitaba de muchos hombres solo necesitaba el respaldo de Dios. Jueces 7.
7 “Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el
agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la
demás gente cada uno a su lugar.”
No
luchemos en nuestras fuerzas dejemos que Jesucristo pelee por nosotros, con él
la guerra ya está ganada. Aprendamos a descansar en Jesucristo. Él nos dará paz
en medio de la tormenta.
Dios
les bendiga abundantemente.
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