CADA
DÍA CON DIOS
Muchas personas creen que ser bendecido es no tener problemas, por esta razón algunos hasta se atreven a juzgar mal a quienes están pasando por algún tipo de dificultad.
El
Apóstol Pablo consideraba que era bendito con toda bendición.
Efesios
1. 3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
nos ha bendecido con toda bendición espiritual en
los lugares celestiales en Cristo.”
El
hecho de que el apóstol Pablo se considerara un bendecido no significaba que no
tuviera que pasar por necesidades.
Para
él ser bendito era poder vivir bien en cualquier situación que estuvieran
viviendo.
Filipenses
4. 12-13 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo
estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece.
Génesis
26. 1.
Isaac
era un hombre bendito, pero también tuvo que pasar por dificultades. “Después
hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de
Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar.”
Como
Recibir las bendiciones de Dios.
1.
Renunciando a toda lógica humana.
Génesis
26. 2 “Y se le apareció Jehová, y le
dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.” Para Isaac
lo más razonable para salir de la crisis económica que se vivió, en el lugar
que estaba, era yendo a Egipto tierra próspera.
Nuestra
lógica es la que nos impide disfrutar de las bendiciones de Jesucristo. Nuestra
lógica es muy diferente a la lógica de Cristo
2.
Obedeciendo así no entendamos lo que Cristo nos está pidiendo.
Génesis
26. 3 “Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré;
porque a tí y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el
juramento que hice a Abraham tu padre.” Como llegaría a ser próspero si estaría
como arrimado o forastero.
3.
Creyendo que los planes que Dios tiene para nosotros son mucho más grandes que
los nuestros.
Génesis
26. 4 “Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu
descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán
benditas en tu simiente.” No le impongamos nuestros planes a Dios porque nos
podemos quedar cortos comparados con lo que Dios nos quiere dar.
4.
Nuestra Bendición también depende de las bendiciones de nuestros padres, y
nuestra bendición también puede afectar a nuestros hijos.
Génesis
26. 5
“Por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos,
mis estatutos y mis leyes.” La bendición que recibiría Isaac seria consecuencia
de la obediencia de su padre Abraham.
5.
No permitiendo que nuestros miedos nos paralicen.
Génesis
26. 7 “Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él
respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que
tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de
hermoso aspecto.” Una persona valiente no es la que no tiene miedo, una persona
valiente es aquella que a pesar de sus miedos hace lo que tiene que hacer.
6.
Actuar de acuerdo a las Promesas de Dios.
Génesis
26. 12 “Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y
le bendijo Jehová.”
De
nada sirve tener muchos sueños o anhelos si no se actúa. El mundo de los
perdedores y fracasados está lleno de gente soñadora pero inactiva.
7.
Nunca desistir a pesar de los Tropiezos.
Génesis
26. 17 - 22 “Isaac se fue de allí, y
acampó en el valle de Gerar, y habitó allí. Y volvió a abrir Isaac los
pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los
filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los
nombres que su padre los había llamado…”
A
Isaac le tapaban un pozo y el volvía abrir otro. No importa cuántos pozos te
tapen siempre vuelve a empezar.
Nunca
nos cansemos de seguir intentando, pronto nuestros enemigos se darán cuenta que
Dios está con nosotros.
Génesis
26. 26 - 30 “Y Abimelec vino a él desde Gerar, y Ahuzat, amigo suyo, y Ficol,
capitán de su ejército. Y les dijo Isaac: ¿Por qué venís a mí, pues que me
habéis aborrecido, y me echasteis de entre vosotros? Y ellos respondieron:
Hemos visto que Jehová está contigo; y dijimos: Haya ahora juramento entre
nosotros, entre tú y nosotros, y haremos pacto contigo…”
Dios
es un Dios maravilloso y está dispuesto a bendecirnos en gran manera. La
pregunta es: estamos dispuestos a pagar el precio o el costo, de lo que es ser
bendecido.
Dios les bendiga abundantemente.
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