CADA
DÍA CON DIOS
Dios
con nosotros.
Para todos los siervos de Dios en la antigüedad lo más importante siempre era la presencia de Dios.
Es
la presencia de Dios en nuestra vida la que la transforma.
Para
el rey David el asistir al templo no solo era un acto de costumbre o de
necesidad material.
David
iba al templo porque anhelaba de todo corazón tener un encuentro con Dios.
Salmos
27. 4 “Una cosa he pedido al Señor, y ésa buscaré: que habite yo
en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la
hermosura del Señor, y para meditar en su templo.” De esta forma
deberíamos nosotros acudir al templo anhelando la presencia de Dios.
Que
garantiza la Presencia de Dios en Nosotros.
1.
Prosperidad en medio de la adversidad.
Génesis
39. 2 “Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la
casa de su amo el egipcio.” Jehová no saco a José de la esclavitud, pero en la
esclavitud conoció la prosperidad.
Ser
prospero es tener la capacidad de vivir bien en lo poco o en lo mucho.
Filipenses 4. 12 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por
todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para
tener abundancia como para padecer necesidad.”
Muchas
personas confunden prosperidad con riqueza, la riqueza no es más que la
acumulación de bienes, muchos viven en abundancia, pero no la disfrutan y viven
mal
2.
Todo lo que se hace queda bien.
Génesis
39. 3 “Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía,
Jehová lo hacía prosperar en su mano.” Esto no significa que nunca se falle,
cuando alguien tiene la presencia de Dios tiene que luchar duro para conseguir
algo, pero siempre le queda bien.
Una
persona que tiene la presencia de Dios, proyecta paz y tranquilidad aun en
medio de las dificultades.
3.
Tenemos Gracia delante de los demás.
Génesis
39. 4 “Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo
de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.” Las puertas de las
oportunidades se abren para el que tiene la presencia de Dios, eso no es buena
suerte, esto se llama, Gracia de Dios.
No a
todos, pero si a la mayoría le caemos bien, es decir les agrada estar con
nosotros y por eso se sienten en la necesidad de ayudarnos.
4.
Todo lo que está a nuestro lado también es bendito, lo que tocamos florece.
Génesis
39. 5 “Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo
que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición
de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.” La
presencia de Dios en nosotros nos bendice y la bendición en nosotros se
proyecta a los demás.
Todo
aquel que dice tener la presencia de Dios en su vida, debe ser una persona de
bendición para los demás.
Dios les bendiga abundantemente.
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