CADA
DÍA CON DIOS
El
Arte de la Reconciliación.
Entendemos por “reconciliación”, aquella actitud por la que las personas se olvidan de sus diferencias, se superan las enemistades, se perdonan las ofensas, se destierra la revancha; en conclusión, podríamos decir que reconciliarse es tener la capacidad de pagar bien por mal.
Ninguno
de los seres humanos está exento de no ofender, todos lo hacemos de una o de
otra forma. Santiago 3. 2 “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no
ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el
cuerpo.”
Ya
que todos ofendemos es necesario que también tengamos la capacidad de
reconciliarnos pero de manera verdadera.
Muchos
decimos que nos hemos reconciliado tan solo porque a regañadientes pedimos que
nos perdonen.
Jacob
había ofendido a su hermano Esaú de tal manera que Esaú se había propuesto
matarlo.
Génesis
27. 41 “Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había
bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo
mataré a mi hermano Jacob.”
La
verdadera Reconciliación.
1.
Siendo sensible a sentir a Dios.
Génesis
32. 1 “Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.”
Muchas veces los problemas que podemos tener nos lleva a insensibilizarnos a la
presencia de Dios. Una cosa es orar para pedir milagros y otra muy diferente
que oremos para sentir su Presencia.
2.
Buscando el respaldo de Dios.
Génesis
32. 9 - 12 “Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac,
Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré
bien; menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has
usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy
sobre dos campamentos…”
Génesis
32. 13 - 15 “Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un
presente para su hermano Esaú: doscientas cabras y veinte machos cabríos,
doscientas ovejas y veinte carneros, treinta camellas paridas con sus crías,
cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.” El
problema en nuestros matrimonios es que con el pasar del tiempo y llevados por
los problemas dejamos de ser detallistas.
4.
Buscando la mediación de personas usadas por Dios. Génesis 32. 17-18 “Y mandó
al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare,
diciendo: ¿De quién eres? ¿Y adónde vas? ¿Y para quién es esto que llevas
delante de ti? entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que
envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.” Alguien
neutral puede ver el problema desde otra perspectiva.
5.
Teniendo un encuentro con Dios.
Génesis
32. 24 - 26 “Así se quedó Jacob solo; y
luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que
no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el
muslo de Jacob mientras con él luchaba…” Nadie puede vencer a Dios lo que hizo
Jacob fue persistir en la búsqueda de la bendición.
Nosotros
debemos tener la misma actitud de Jacob Orar sin cesar. 1 Tesalonicenses 5. 17
“Orad sin cesar.”
6.
Reconociendo nuestros errores.
Salmos
19. 12 “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que
me son ocultos.”
7.
Siendo humildes.
Génesis
33. 3 “Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que
llegó a su hermano.”
8.
Restituyendo en lo posible el daño hecho.
Génesis
33: 11 “Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Dios me ha hecho
merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esaú lo tomó.”
9.
Perdonando sin reproches. Dios nos da ejemplo él nos perdona y nunca más se
acuerda de nuestros pecados.
Isaías
43. 25 “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me
acordaré de tus pecados.”
Ya
que todos los días ofendemos es necesario que siempre pensemos en como
reconciliarnos de manera verdadera. Siempre debemos estar dispuestos a dar el
primer paso para pedir perdón y perdonar.
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario