TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar”. Mateo 11.28.
Un
profesor de psicología alzó un vaso con agua en su mano frente a la clase. Los
alumnos esperaban la típica pregunta que si el vaso estaba medio vacío o medio
lleno. Sin embargo, la pregunta del maestro fue: ¿Cuánto pesa este vaso con
agua?
Los
alumnos mencionaban diferentes cantidades de peso, tratando de adivinarlo.
El
profesor continuó: Yo creo que el peso absoluto no importa. Todo depende de
cuánto tiempo lo sostenga en mi mano. Si lo levanto por uno o dos minutos, el
vaso es bastante liviano. Si lo sostengo por una hora lo sentiré más pesado y
hará que mi brazo duela un poco. Si lo levanto durante todo un día, hará que mi
brazo se entumezca y se paralice al punto que me sentiré obligado a soltar el
vaso.
Los
problemas y las preocupaciones son como el vaso con agua. Su peso depende de
cuánto tiempo lo sostengamos.
Si
pensamos un poco en ellos probablemente sentiremos que podemos manejarlos. Si
pensamos más, sentiremos que nos duele un poco. Pero si los sostenemos todo el
día dando vueltas en nuestra cabeza, podemos llegar a paralizarnos y nos
causarán mucho daño, si no los soltamos.
Jesús
dijo: “Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré
descansar”. Mateo 11.28.
Es
inevitable que sucedan cosas en tu vida que te preocupen, pero es importante
que aprendas a confiar en Dios y dejar que él te ayude y puedas así, tener
tranquilidad.
Si
tenemos un problema que sabemos que podemos solucionar, ¿por qué nos
preocupamos? después de todo lo solucionaremos. Y si tenemos un problema que
sabemos que no podemos solventar, ¿por qué nos preocupamos? solo empeoraremos
la situación.
Aprendamos
a confiar en el Dios de lo imposible. Dejemos que Él tome nuestras cargas,
nuestros problemas y preocupaciones y sentiremos la paz y la tranquilidad que
solo Él nos puede dar.
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario