“El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio.” Génesis 39. 2.
Seguir
a DIOS cuando todo en nuestra vida va bien es sencillo, disfrutamos leer la
Biblia, buscamos música que hable de su amor y fidelidad para reproducirla una
y otra vez y queremos que todos sepan lo grande que es nuestro Señor. Sin
embargo, más de una vez lo que DIOS quiere para nosotros no coincidirá con lo
que nosotros queremos para nosotros. Difícilmente escogeríamos voluntariamente
pasar por pruebas y angustias y sin embargo, la Biblia está llena de porciones
donde se da por hecho que pasaremos por estas etapas pero también se da por
hecho que DIOS estará con nosotros.
DIOS
no se va a ningún lado en nuestros días más difíciles, al contrario, nos invita
a que nos abracemos más fuerte de Él para que sintamos su amor y cuidado.
Pero,
¿lo hacemos?, ¿cómo respondemos nosotros a su invitación de correr hacia él en
nuestras crisis y en nuestro dolor? El mundo nos ofrece alternativas que
“sanan” temporalmente nuestro dolor, tiene estrategias para que olvidemos por
unas horas la tristeza, la confusión y la depresión que están golpeando nuestro
corazón. Pero cuando estas soluciones temporales pasan encontramos que estamos
peor que antes. Pues a nuestra situación actual ahora le hemos agregado un gran
peso de culpabilidad y vergüenza que nos hace sentirnos más lejos de DIOS y nos
apena acercarnos a Él después de que no fue nuestra primera opción.
¿Qué
espera de DIOS de nosotros en medio de las pruebas? Que usemos las pocas
fuerzas que nos quedan para poner nuestro corazón en sus manos y dejarlo obrar
su sanidad y restauración.
José
fue comprado por el capitán de la guardia del rey de Egipto y la Biblia dice
que: “El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en
la casa de su amo egipcio. Potifar lo notó y se dio cuenta de que el Señor
estaba con José, y le daba éxito en todo lo que hacía.” José había encontrado
la manera en medio de su dolor y su frustración de mantener un corazón correcto
hacia DIOS.
¿Cómo
reaccionamos nosotros en el corazón ante las “injusticias” que DIOS permita en
nuestra vida? ¿Qué hubiera pasado si José hubiera reaccionado con amargura?
Hubiera
retrasado el plan de DIOS para su vida. José no tenía idea de lo que DIOS
quería hacer con Él, lo único que sabía en su corazón es que pasara lo que
pasara se mantendría íntegro y daría lo mejor para Él. Este corazón recto y
comprometido a pesar de la adversidad era un corazón que DIOS amaba. La
fidelidad de José era correspondida por la mano del Señor en todo lo que hacía.
DIOS no había dejado solo a José, al contrario había decidido formar su corazón
personalmente para usarlo en sus propósitos eternos.
Es
en nuestros días de mayor crisis donde más peligro enfrenta nuestro corazón y
donde debemos esforzarnos al doble por cuidarlo.
Más
importante que resolver la situación que atravesamos es dejar las cosas en
manos de DIOS y confiar en que Él tiene el control y se hará cargo.
La
respuesta a nuestro dolor y angustia solamente está en DIOS. Fuera de Él no hay
vida, consuelo ni esperanza que le dé fuerzas a nuestro corazón.
¡Él
nos ama y está al pendiente de nuestra vida! Escojamos creerle, escojamos
aceptar que él tiene el control y que está formando nuestro corazón para en un
futuro ser parte de sus brillantes y eternos propósitos, escojamos cuidar
nuestro corazón por sobre todas las cosas.
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario