martes, 24 de junio de 2025

Un momento... Bajo Sus Alas

 


UN MOMENTO CON DIOS

Bajo Sus Alas

 

“Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día” (Salmos 91:4 - 5)

 

La protección maternal del ave a sus polluelos es la analogía que el salmos 91 nos brinda en este versículo para ilustrar el resguardo que El Señor nos ofrece en cada momento, en cada circunstancia apremiante. Esa protección tal cual aquella de una madre a sus hijos, es tierna para guiar, pero feroz para hacer frente a cualquier amenaza que estos puedan sufrir, Y es también sabia para corregir y disciplinar cuando esos hijos han perdido el rumbo.

La seguridad que en el regazo de Dios encontramos se complementa en la segunda parte del versículo con la noción de fuerza y resistencia ante los embates del enemigo que nos encuentra en batalla; El Señor es nuestro castillo nuestra roca, al final nuestro escudo protector. La declaración de esta última parte es clara: Mi fe es fuerte porque sé que mi Dios es fiel y su fidelidad es mi escudo y mi verdad.

La noche antes de la batalla es preludio del más atrapante miedo. El temor de perder la vida. Esa experiencia aterradora de los guerreros de la época es aquella que nos embarga cuando pensamos que solo nos tenemos a nosotros mismos para superar las pruebas de la vida. Es allí donde el versículo interviene, nos instruye el salmista: No le temas al temor. Y es ello lo que Dios espera de nosotros no que pensemos: “si pudiera creer lo suficiente, quizás estaría protegido” sino que en su lugar declaremos: pase lo que pase Ya me encuentro protegido porque he recibido la promesa del Señor.

Del mismo modo tendremos que proceder con las saetas que sobrevuelan de día. Esas flechas encendidas en fuego que eran dirigidas por efectivos tiradores, son las mismas que el enemigo dirige a nuestro punto más débil en lo espiritual, en lo mental, en lo material, creamos por fe, como nos indica el versículo que el Señor nos hará libres de esa calamidad.

Dios les bendiga abundantemente.

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