UN
MOMENTO CON DIOS
El
amor de Dios
En la Biblia descubrimos la historia del amor de Dios por nosotros. Su Palabra nos lleva a experimentar el amor de Dios en lo más profundo de nuestro ser y nos conduce a vivir una vida llena de sabiduría y santidad.
Dios
mismo es Amor, y todo lo que ha hecho, hace y hará, nace en este perfecto Amor,
y se nos demanda caminar en Amor.
Su
Palabra nos lleva a experimentar el amor de Dios en lo más profundo de nuestro
ser y nos conduce a vivir una vida llena de sabiduría y santidad.
La
gran diferencia entre el Reino de Dios y el de las tinieblas, es el Amor. La
gran necesidad de la humanidad es el Amor, requiere ser amada y aceptada. Hay
un gran vacío en el corazón del hombre que solo se llena con el amor de Cristo.
La más grande expresión del amor de Dios nos es comunicada en Juan 3.
16 y “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida
eterna.” Este verso nos muestra el deseo de Dios de unirnos a Él a través de
Jesucristo. Él hizo posible este camino, pagando el precio por nuestros
pecados. Él nos ama, porque así lo decidió como un acto de su voluntad.
El amor de Dios muestra bondad hacia todos. El amor de Jesús nunca se jactó de
quién era en la carne, aunque Él podía dominar fácilmente a cualquiera que
entrara en contacto con Él, sino que mostró suma humildad.
Este amor, revela una vida sin egoísmo, en contraste con la vida egoísta del
hombre natural.
Dios
nos enseña como amar. Él mismo ama, perdona, es paciente, y continúa trabajando
por ti, y no desistirá, porque te ama infinitamente. Aunque no entendamos lo
que está ocurriendo en nuestra vida, todo está bajo el control de Dios. Dice la
Biblia “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu
Santo que nos ha sido dado” Romanos 5. 5.
Extraordinariamente,
Dios ha otorgado a aquellos que reciben a su Hijo Jesucristo como su Salvador
personal, la virtud de amar como Él lo hace, a través del poder del Espíritu
Santo.
“Amados,
amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido
de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es
amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a
su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor:
no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y
envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha
amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás
a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha
perfeccionado en nosotros”, 1 Juan 4. 7 - 12
¡Qué
privilegio y desafío tenemos amar como Dios nos ama!
Dios
les bendiga abundantemente.
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