UN
MOMENTO CON DIOS
Andar
en victoria
“Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” (1Corintios 15. 57 - 58)
A los ojos de Dios la victoria es cuestión de carácter, no de cuanto logro
obtener. Cualquier persona cuando todo le sale bien está contenta y se siente
un “triunfador”, pero Dios se agrada más de aquél que aún en medio de su
problema o dolor mantiene una actitud victoriosa. Esa actitud de victoria es la
que necesitamos aprender, independientemente de las circunstancias que nos
rodean.
Victoria es firmeza para no caer; constancia para no detenerse; crecimiento
para no debilitarse. “Es la actitud interior de fe que nos impulsa a vivir
independientemente de las circunstancias que nos rodean, creyendo en el
cumplimiento de las promesas fieles de Dios”. La Biblia dice que el cristiano
puede vivir en victoria constante: “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva
siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo
lugar el olor de su conocimiento.” (2 Corintios 2. 14)
Dios nos impregna de victoria para que manifestemos en todo lugar olor a
victoria. Como creyentes podemos caracterizarnos por tener una actitud
diferente ante las adversidades de la vida.
La vida del Apóstol Pablo es un ejemplo de aquellos que vivieron una vida de
victoria. Este hombre de Dios tuvo todo para ser un derrotado y miserable en su
vida, pero de él fluía un espíritu de victoria.
Dios
quiere que vivamos una vida de fe y de victoria. Él sabe que nos enfrentaremos
a pruebas y tentaciones de todo tipo. Por lo tanto, Él nos dio la Biblia, que
es la Palabra de Dios, para enseñarnos a actuar como creyentes. Si leemos,
memorizamos y obedeciendo la Palabra de Dios estaremos preparados para caminar
en victoria. Entonces, viviremos bajo la autoridad de Dios en lugar de caminar
en nuestra propia autoridad.
No
importa lo que hoy estemos atravesando, por más difícil que parezca. Decidamos
ahora mismo levantarnos en el Nombre del Señor y adoptar una actitud victoriosa
en medio de los tiempos difíciles. Esa es la actitud que el Señor espera de
aquellos que anhelan llegar a disfrutar la bendición espiritual.
Dios
les bendiga abundantemente.
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