viernes, 26 de febrero de 2021

Cada día... Volviendo a Cristo.

 


CADA DÍA CON DIOS

Volviendo a Cristo

 

Todos de alguna manera hemos roto las tablas de la ley, es decir todos en algún momento de nuestra vida nos hemos alejado de sus mandatos nos hemos alejado de su presencia.

El pueblo fallo, pero Jehová estaba dispuesto a darles otra oportunidad para que volvieran a el Éxodo 34. 6 “Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad”

Jesucristo también quiere darnos otra oportunidad para que volvamos a él.

En lugar de Dios destruir al pueblo lo que hizo fue darle otra oportunidad, le dijo a Moisés: “no importa si destruiste las primeras tablas trae otras yo lo hare de nuevo”. Éxodo 34.1 “Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste.”

Jesucristo es maravilloso él sabe de todos nuestros errores, el conoce todas nuestras iniquidades, pero está dispuesto a darnos otra oportunidad, él quiere que volvamos a él. Zacarías 1. 3 “Diles, pues: «Así dice el Señor de los ejércitos: “Volveos a mí” —declara el Señor de los ejércitos— “y yo me volveré a vosotros” —dice el Señor de los ejércitos.”

Como Volver a Cristo

1. Humillándonos delante de Dios y adorándole de todo corazón. Éxodo 34. 8 “Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró.” Una persona humilde tiene gracia delante de Dios y de todas las personas.

La humildad abre puertas de oportunidad, la arrogancia las cierra y muchas veces para siempre.

2. Reconociendo nuestros errores. Y arrepintiéndonos Éxodo 34. 9 “Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad.” Solo cuando reconocemos nuestros errores los podemos corregir.

3. Obedeciendo a la voz de Jehová. Éxodo 34. 11 “Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, al cananeo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo.” De nada sirve reconocer nuestros errores si no estamos dispuestos a corregir.

4. No mezclándonos con el mundo. Éxodo 34. 12 “Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti.” Recuerda que la amistad con el mundo es enemistad con Dios. Santiago 4. 4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”

5. Destruyendo lo que desagrada a Dios. Éxodo 34. 13 “Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera.” El verdadero arrepentimiento, es destruir de raíz lo que nos aleja de Dios.

Si dejamos alguna raíz de lo malo que practicábamos en nuestra vida pasada es posible que al contacto con el mundo volvamos a pecar. Éxodo 34. 16 “o tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas.” Y lo más triste que arrastremos en nuestro pecado a nuestros hijos.

El practicar cada una de estas cosas nos sirve para tener otra oportunidad no solo con Dios, también tendremos otra oportunidad con las personas a quienes les fallamos.

Todos estamos expuestos a cometer errores, pero eso no significa que seamos unos fracasados. Es necesario que nos demos otra oportunidad de comenzar de nuevo y también se la demos a quienes consideramos que nos han fallado. Recordemos que Jesucristo fue el primero en darnos otra oportunidad.

Dios les bendiga abundantemente.

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