jueves, 18 de febrero de 2021

Cada día... Viviendo en sociedad.

 


CADA DÍA CON DIOS

Viviendo en Sociedad.

 

El pueblo de Israel ya era libre pero ahora el reto más grande era lograr vivir en sociedad.

Lo que acaba con cualquier relación no es la falta de amor, lo que acaba con cualquier relación es el no poderse entender los unos a los otros, es decir la mala convivencia.

El saber convivir se le llama tener urbanidad, normas de urbanidad.

Cuando no se sabe convivir, cuando no hay normas de urbanidad se vive en caos, en desorden social. El pueblo de Israel estaba entrenado para enfrentarse a cualquier pueblo enemigo, pero podía terminar siendo destruido por el mismo.

Eso es lo que estamos viendo en la actualidad, el principal enemigo del hombre es el mismo hombre, el hombre está acabando con el mismo hombre

La urbanidad no solo tiene que ver con unos cuantos modales, la urbanidad de Cristo tiene que ver con toda una forma de vida.

La urbanidad consiste en tratar a los demás como quisiéramos que ellos nos traten a nosotros. Jesucristo les estaba hablando esto a una generación que tenía una mente sana y que le gustaba que los traten bien.  Hoy en día hay enfermos que les gusta que los traten mal y por eso también tratan mal. Debemos orar para que Cristo sane su alma. Mateo 7. 12 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”

Hay muchas formas de comportamiento que debemos tener en cuenta para vivir en paz, pero solo miraremos algunas:

1. No admitir ni hablar mal de los demás. Éxodo 23. 1 “No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.” El hablar mal de los demás hace que dañemos la sana convivencia.

2. Nunca le niegues un favor a nadie. Éxodo 23. 4 “Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.” La capacidad de hacerles favores a los demás es lo que mejora toda relación.

3. Ayuda y en especial a nuestros enemigos. Éxodo 23. 5 “Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo.” La única forma de convertir a nuestros enemigos en amigos es si los ayudamos cuando ellos lo necesitan.

4. No mentir. Éxodo 23. 7 “De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.” Las mentiras causan discordia y malos entendidos.

5. Respetar el descanso de los demás. Éxodo 23. 12 “Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.” Un buen descanso fortalece el alma, descansa y permite que los demás también lo hagan.

Hay muchas otras cosas que podemos hacer para mantener una sana convivencia:

1. Saludemos al salir o al llegar. La buena educación mejora las relaciones de amistad o familiares.

2. Digamos, por favor, gracias. No importa si la persona a la que nos dirigimos es un niño, un joven o un adulto.

3. Si estamos sentados cedamos el asiento a una mujer o a un anciano. Una persona con buena educación es agradable ante los demás.

4. Demos la mano a una mujer al bajar del vehículo, subir una escalera o en cualquier circunstancia que esté pasando.

El servir a Dios y a los demás hace que tengamos buenos resultados en todo lo que hagamos. Éxodo 23. 25 “Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.”

Dios se encargará de transformar nuestra vida él se encargará de hacernos libres, pero lo hará poco a poco, no nos desesperemos. Éxodo 23. 29 - 30 “No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo. Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra.” Saber que Dios va a ayudarnos a resolver nuestros problemas nos da tranquilidad.

Recordemos que todo lo que sembramos eso es lo que también recogemos. Gálatas 6. 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Si damos lo mejor a los demás, recibiremos lo mejor de ellos.

El que vivamos bien o vivamos mal solo depende de nosotros. De acuerdo a como tratemos a los demás es como los demás nos van a tratar. Obremos con sabiduría la paz del mundo está en nuestras manos.

Dios les bendiga abundantemente.

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