CADA
DÍA CON DIOS
El
Arte de Cuidar a los Demás
Este capítulo 27 nos sigue hablando de la construcción del tabernáculo. Aquí se destaca como los elementos eran recubiertos con bronce con el fin de cuidarlos. Éxodo 27. 19 “Todos los utensilios del tabernáculo en todo su servicio, y todas sus estacas, y todas las estacas del atrio, serán de bronce”.
Hoy
en día ya no necesitamos las especificaciones del templo y como protegerlo ya
que nosotros somos templo.
Por
lo tanto hablaremos de cómo cuidar a los demás que también son templo al igual
que nosotros.
Cuidar
es velar por los demás y sus intereses, es no permitir que algo malo les pase
por causa nuestra o de los demás.
Como
podemos cuidar a los demás.
1. Cuidándonos
a nosotros mismos. Mateo 22. 39 “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.” No podemos cuidar a otros si no nos cuidamos a nosotros
mismos.
Amarnos
a nosotros mismos no es egocentrismo, amarse a sí mismo es cuidarse uno para
poder cuidar a los demás.
2. Cuidar
a los demás es cuidar de uno mismo. Mateo 7. 12 “Así que, todas las cosas que
queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con
ellos; porque esto es la ley y los profetas” todo lo que yo haga a los demás es
lo que ellos u otros aran por nosotros.
Lo
bueno que hagamos por otros posiblemente no lo recibiremos de esa misma
persona, pero lo podemos recibir de otros.
Todo
lo que sembramos en otros es lo que más adelante cosecharemos. Gálatas 6. 7 “No
os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare,
eso también segará.” No podemos recibir de los demás lo que no hemos sembrado.
3. Entrenándolos.
Salmos 144. 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para
la batalla, Y mis dedos para la guerra.” David consideraba que la mejor
protección que le podía dar Dios era entrenándolo para las guerras.
4.
Acompañándolos. Isaías 43- 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y
si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni
la llama arderá en ti.” Dios no nos promete evitarnos pasar por las aguas o por
el fuego, pero si promete acompañarnos.
A
quienes están con nosotros no le podemos evitar pasar por problemas, pero si
podemos decirles que pueden contar con nosotros cuando estén en problemas.
El
evitarles los problemas en lugar de ayudarlos los perjudicamos ya que los
convertimos en Inútiles.
No
le podemos prometer a la gente que se le acabaran los problemas, que ya no se
enfermaran, que conseguirán trabajo, etc. porque les estaríamos mintiendo. En
el comercio se llamaría Publicidad engañosa.
Cuidar
a los demás no es evitarles los problemas, cuidarlos es entrenarlos para que se
puedan defender. Recordemos siempre si no nos cuidamos a nosotros mismos nunca
podremos cuidar bien a los demás.
Dios
les bendiga abundantemente.
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