UN MOMENTO CON DIOS
Un acto de fe
“Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados”. (Marcos 2. 5)
En este pasaje, cuatro hombres
deciden llevar a un paralítico a Jesús para que lo cure. Como el lugar estaba lleno,
abrieron un agujero en el tejado de la casa, ataron la camilla del paralítico y
la bajaron para que llegara hasta Jesús.
Jesús, al encontrarse con
aquel enfermo que esperaba ser curado, lo convierte en un hombre sano y también
lo salva.
A pesar de ver una actitud de
tanto esfuerzo, Jesús no curó al paralítico porque se esforzara y se lo
mereciera; ¡Jesús lo curó porque fue un acto de fe antes que un esfuerzo
físico!
Su actitud sólo demostraba lo
convencidos que estaban de que Jesús era la única solución para el paralítico.
¡Estaban decididos a salir de allí con la solución! No había barrera que
pudiera detenerles.
Dios siempre quiere curarnos.
Envió a Jesús a morir en la cruz en nuestro lugar, llevándose consigo todo
nuestro dolor y nuestra enfermedad. Sin embargo, la fe es lo único que puede
mover el brazo de Dios para traernos milagros. Sin ella, Él no puede hacer
nada.
Hoy ya se nos ha concedido la
curación, ¡y tenemos la Palabra de Dios con tan hermosa promesa! Sin embargo,
aparecerán muchas barreras en nuestro camino para convencernos de lo contrario.
El enemigo nos dirá que
estamos enfermos cuando nos ataque algún síntoma, pero debemos aprender a
caminar por la fe, diciendo "no" a la evidencia. ¡Dios quiere que la
curación se manifieste en nuestros cuerpos! ¡Nuestra parte es cuidar de
nuestros cuerpos y creer en el milagro hasta que veamos la realización de lo
que Dios quiere para nosotros, y siempre debe ser eso, lo que con empeño
buscamos!
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario