UN MOMENTO CON DIOS
La mayor injusticia
“Pero un gran clamor surgió de la multitud, y a una voz la gente gritó: «¡Mátalo y suéltanos a Barrabás!». (Barrabás estaba en prisión por haber participado en un levantamiento contra el gobierno en Jerusalén, y por asesinato). Pilato discutió con ellos porque quería poner en libertad a Jesús, pero la multitud seguía gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». (Lucas 23. 18 – 21)
Este pasaje muestra una
profunda reflexión sobre la justicia y el rechazo. Pilato, el gobernador
romano, intenta liberar a Jesús, consciente de su inocencia. Sin embargo, el
pueblo, incitado por los líderes religiosos, exige la liberación de Barrabás,
un criminal, y la crucifixión de Jesús.
Aquí se pone de manifiesto la
paradoja de la justicia divina frente a la justicia humana. El inocente es
condenado mientras el culpable es liberado. Este contraste resalta la ceguera y
la dureza del corazón humano cuando no se reconoce la verdad que está frente a
nosotros.
Además, la multitud gritaba
“¡Crucifícale!” repetidamente, mostrando la intensidad del rechazo hacia Jesús.
Este rechazo no era solo hacia Jesús como persona, sino hacia lo que él
representaba: el amor, la gracia y la verdad de Dios. Es un recordatorio
poderoso de cómo, muchas veces, la humanidad rechaza lo que más necesita.
Finalmente, este pasaje nos
invita a reflexionar sobre nuestras propias acciones y decisiones. ¿Estamos
alineados con la verdad y la justicia de Dios, o somos influenciados por la
multitud y las opiniones populares? Nos desafía a examinar nuestros corazones y
a reconocer el sacrificio de Jesús como un acto de amor profundo, a pesar de la
injusticia y el rechazo que enfrentó.
Dios les bendiga
abundantemente.
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