CADA
DÍA CON DIOS
Extendiendo
los Dominios.
Todos
en la vida queremos crecer en cada una de nuestras áreas; en el estudio, en el
hogar, en las finanzas. Etc.
El problema es que muchas veces tenemos tanto afán por crecer que nos llenamos de ansiedad e impaciencia que en lugar de crecer parece que retrocedemos.
Al
rey David le había llegado la hora de expandir sus dominios y a través de su
vida Dios quiere que nosotros también aprendamos a extender nuestros dominios.
Preguntémonos.
¿Qué Dominios queremos extender o en que es lo que queres crecer?
Como
extender nuestros dominios.
1.
Luchando por lo que queremos. 2 Samuel 8. 1 - 3 “Después de esto, aconteció que
David derrotó a los filisteos y los sometió, y tomó David a Meteg-ama de mano
de los filisteos. Derrotó también a los de Moab, y los midió con cordel,
haciéndolos tender por tierra; y midió dos cordeles para hacerlos morir, y un
cordel entero para preservarles la vida; y fueron los moabitas siervos de
David, y pagaron tributo. Asimismo derrotó David a Hadad=ezer hijo de Rehob,
rey de Soba, al ir éste a recuperar su territorio al río Éufrates.” David
andaba de guerra en guerra. Todo lo que consiguió David no fue fácil. Las cosas
importantes no son fáciles de lo contrario dejarían de ser Importantes.
Como
ganar nuestra guerras.
1.
No teniendo miedo. Isaías 41. 10 “No temas, porque yo estoy contigo; no
desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré con la diestra de mi justicia.” No tener miedo no significa no sentirlo.
No temer es tener la capacidad de controlar el miedo.
2.
Conoce nuestras fortalezas. 2 Samuel 8. 4 “Y tomó David de ellos mil setecientos
hombres de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los
caballos de todos los carros, pero dejó suficientes para cien carros.” David
desmonto todos los carros y solo dejo cien ya que posiblemente no
tenía más personal para maniobrar las demás carretas.
En
el mundo hay un dicho muy conocido: el que mucho abarca poco aprieta. Miremos
hasta dónde somos capaces de llegar o tomar no nos excedamos en lo que no podemos.
3.
Confiando en Dios. 2 Samuel 8. 6 “Puso
luego David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos
de David, sujetos a tributo. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera
que fue.” No luchemos tan solo en nuestras fuerzas pidamos las fuerzas de Dios.
4.
Seamos agradecidos con Dios y los demás. 2 Samuel 8. 11 “los cuales el rey
David dedicó a Jehová, con la plata y el oro que había dedicado de todas las
naciones que había sometido” Una persona agradecida siempre está
dispuesta a dar lo mejor de sí.
5.
Cumpliendo nuestros compromisos. 2 Samuel 9. 1 “Dijo David: ¿Ha quedado alguno
de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán?” David había
prometido a Jonatán que ayudaría a su familia cuando el gobernara.
6.
No haciendo acepción de personas. 2 Samuel 9. 7 - 8 “Y le dijo David: No tengas
temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu
padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre
a mi mesa. Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un
perro muerto como yo?” Las personas que menos pensamos nos pueden ayudar.
7.
Esperando siempre el tiempo oportuno. Eclesiastés 3. 1 - 3 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se
quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir;
tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo
de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar.”
8.
Planificando lo que se hacemos. Lucas 14. 28 - 30 “Porque ¿quién de vosotros, queriendo
edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene
lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento,
y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,
diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.”
9.
Dando más de lo que somos capaces. Lucas 17. 10 “Así también vosotros, cuando
hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos,
pues lo que debíamos hacer, hicimos.”
Dios
quiere que seamos hombres y mujeres victoriosos que ampliemos nuestro
territorio para lograrlo es necesario confiar en Jesucristo y esforzarnos por
cada día capacitarnos y prepararnos para lograrlo.
Dios
les bendiga abundantemente.
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