Cada día... Creciendo en lo que hacemos.

 

CADA DÍA CON DIOS

Creciendo en lo que Hacemos

 

No se trata tan solo de hacer algo o de ser el mejor en algo, es necesario crecer cada día en lo que se hace. 

Podemos ser los mejores en lo que hacemos, pero si dejamos de crecer lastimosamente pronto dejaremos de ser los mejores. 

Si un atleta va de primero en la carrera y deja de esforzarse por correr, pronto dejara de ir de primero, otro lo alcanzara. 

Las personas que triunfan son aquellas que constantemente se están esforzando. Filipenses 3. 12 “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.” 

Como crecer en lo que Hacemos. 

1. Derrotando a nuestros enemigos. 2 Samuel 8. 1 “Después de esto, aconteció que David derrotó a los filisteos y los sometió, y tomó David a Meteg-ama de mano de los filisteos.” Nuestros enemigos no solo pueden ser físicos, nuestros principales enemigos son nuestros complejos. 

El miedo al qué dirán, al empezar de nuevo, a la crítica, y los diferentes complejos de inferioridad o superioridad nos impiden crecer. 

2. Tomando para nosotros tan solo lo que podemos controlar. 2 Samuel 8. 4 “Y tomó David de ellos mil setecientos hombres de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, pero dejó suficientes para cien carros.” En el mundo hay un dicho popular que dice: “el que mucho abarca poco aprieta” no se trata de cuanto queremos tomar, lo importante es cuánto de lo que tomamos podemos sostener.  

3. Dependiendo de Dios en todo. 2 Samuel 8.  6 “Puso luego David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, sujetos a tributo. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue.” David era consiente que las victorias que había logrado se las había dado Dios.  

Dios utiliza a muchas personas para ayudarnos a lograr lo que nos proponemos y darnos lo que muchas veces ni siquiera pedimos. 

4. Tomando lo bueno y desechando lo malo. 2 Samuel 8. 7 “Y tomó David los escudos de oro que traían los siervos de Hadad-ezer, y los llevó a Jerusalén.” En la vida siempre tendremos varias alternativas que tomar, buenas y malas, la decisión es de cada uno de nosotros.  

Lo más importante no solo es saber que eso que queremos lo necesitamos, lo más importante es saber si nos conviene. 

5. Renunciando al facilismo. 2 Samuel 8. 13 “Así ganó David fama. Cuando regresaba de derrotar a los sirios, destrozó a dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal.” Las personas facilistas por lo general siempre viven en mediocridad.  

El acomodamiento nos estanca y nos impide seguir creciendo, solo cuando nos desacomodamos sentimos la necesidad de avanzar. 

6. Implementando medidas de control. 2 Samuel 8.14 “Y puso guarnición en Edom; por todo Edom puso guarnición, y todos los edomitas fueron siervos de David. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue” Es necesario cuidar lo que vamos logrando, cuando nos descuidamos podemos perder lo que tanto nos ha costado lograr. 

7. Cambiando nuestra manera de pensar. Filipenses 4. 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” De nuestra forma de pensar depende nuestra forma de actuar. Todas las cosas sean buenas o malas nacen primero en nuestra mente.  

8. Teniendo un Propósito claro que alcanzar. 1 Corintios 9. 26 “Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,” 

Todos soñamos con cada día ser mejores y extendernos en lo que hacemos, pero no basta solo con soñar es necesario luchar, esforzarnos y querer pagar el precio que eso representa. El mundo de los fracasados está lleno de personas soñadoras que nunca hicieron nada para lograr su sueño. 

Dios les bendiga abundantemente.