CADA
DÍA CON DIOS
Con
Dios no hay Casualidades.
Todos los seres humanos deseamos lograr grandes cosas para nuestra vida, pero muchas veces, aunque nos esforzamos y hacemos lo mejor sentimos que no es suficiente.
La
buena noticia es que no importa lo que nosotros planificamos para nuestra vida
ni lo que otros planifican para nosotros, lo que se cumple es lo que Dios tiene
determinado para cada uno de nosotros.
Dios
no es Dios de casualidades, Dios es Dios de Propósitos,
todo está dentro de sus planes, esto no quiere decir que nosotros no
tengamos que hacer nada.
Dios
elige nuestro destino, pero nosotros decidimos que hacer con él, Dios diseña
nuestra vida, pero nosotros somos quienes decidimos que hacer con ese
diseño.
Ahitofel tenía
un plan perfecto para acabar con la vida de David. 2 Samuel 17. 1 “Entonces Ahitofel dijo a Absalón:
Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta
noche,” No nos preocupemos por los malos propósitos que muchos puedan
tener en nuestra contra.
Lo
que Ahitofel no sabía es que Dios tenía otros planes muy diferentes,
Dios quería acabar con Absalón y proteger a David.
Dios
hizo que Absalón desconfiara de esa propuesta y buscara otro consejo el cual
era contrario al de Ahitofel. 2 Samuel 17. 11 “Aconsejo, pues, que todo Israel se junte a
ti, desde Dan hasta Beerseba, en multitud como la arena que está a la orilla
del mar, y que tú en persona vayas a la batalla.”
Dios
utiliza cualquier circunstancia o a cualquier persona para cumplir con sus
planes con respecto a nosotros. 2 Samuel 17. 14 “Entonces Absalón y todos los
de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el
consejo de Ahitofel. Porque Jehová había ordenado que el acertado
consejo de Ahitofel se frustrara, para que Jehová hiciese venir el
mal sobre Absalón.” Dios sabía que ese plan era perfecto para acabar con David
y no lo iba a permitir.
Dios
siempre tiene el control
1.
Dios, a veces, permite que vivamos momentos difíciles, pero el siempre está con
nosotros. Isaías 43. 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por
los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la
llama arderá en ti.” Dios no promete que nos evitará el pasar por el fuego o
por el agua, Dios promete que el estará con nosotros cuando pasemos por el
fuego o por el agua.
2.
No permitamos que el afán domine nuestra vida. Mateo 6. 25 “Por tanto os digo:
No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni
por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y
el cuerpo más que el vestido?” Las personas afanadas por lo general viven de la
ansiedad y la ansiedad las hace tomar malas decisiones.
3.
No nos preocupemos por el mañana. Mateo 6. 34 “Así que, no os afanéis por el
día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su
propio mal.” Esto no quiere decir que debemos vivir de manera desorganizada. Lo
que Dios nos quiere decir es que debemos vivir y disfrutar cada
momento de nuestra vida.
4.
Dios nos sostiene para que no desfallezcamos. Isaías 41. 10 “No temas, porque
yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre
te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” Dios no nos quita
los problemas porque muchos de ellos nos ayudan a crecer y a
desarrollarnos.
5.
Mantengamos una muy buena relación con Dios. Filipenses 4. 6 - 7 “Por nada
estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa
todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en
Cristo Jesús” Solo Jesucristo puede darnos fortaleza y paz en medio de las
dificultades.
6.
Dejemos de luchar en nuestras fuerzas. Cuando dejamos que Jesucristo tenga el
control él nos da de sus fuerzas. Isaías 40. 29 “El da esfuerzo al cansado, y
multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” Las fuerzas de Dios no nos
evitan el cansancio, pero si nos evita caer en el desánimo.
7.
Confiemos en Jesucristo. Confiar es mucho más que creer, creer cualquiera puede
creer hasta los demonios. Santiago 2. 19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces.
También los demonios creen, y tiemblan.” Confiar es entregar nuestra vida a la
voluntad de Dios así no entendamos las circunstancias por las que estemos
pasando.
Todos
sabemos que Jesucristo tiene el control el problema es que muy pocos nos
atrevemos a confiar en Él, dejemos de luchar en nuestras fuerzas entreguémonos
a Jesús y dejemos que Él se encargue de nuestra vida.
Dios
les bendiga abundantemente.
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