TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“He
aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su
misericordia.” (Salmos
33.18)
Dios
no tiene problema alguno para aclarar lo que está sucediendo en nuestra vida.
En los versículos previos la Palabra declara: “Desde los cielos miró
Jehová; Vio a todos los hijos de los hombres;” (Salmo 33.13).
Mientras
nosotros vemos solo fragmentos de información, el Señor lo sabe todo. La
perspectiva que Él tiene de nuestra vida, observándonos desde arriba, es
ilimitada y no conoce obstáculos.
La
mayoría de nosotros preguntamos: “¿Por qué, Dios?” en momentos extremos, cuando
sucede algo tan bueno que quedamos abrumados ante nuestra falta de mérito para
ello; o cuando la tragedia golpea y no podemos comprender cómo un Dios bueno
puede dejar que ocurra algo así.
Algunas
veces, la monotonía de nuestra lucha diaria puede parecer no tener sentido
alguno tampoco, y nos preguntamos: “¿Esto es todo lo que hay?”
El
que el salmista fuera consciente de la visión despejada de Dios creó la
alabanza por su cuidado fiel y su misericordia. “He aquí el ojo de Jehová sobre
los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia” (Salmos
33.18). Es Dios mismo e quien confiamos, no en las circunstancias que nos
rodean.
Cuando
los caminos de nuestra vida se nos lleven a rumbos confusos, aferrémonos a
nuestro amoroso Señor, quien ve el cuadro completo y le da sentido a todas las
circunstancias.
Dios les bendiga abundantemente.
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