viernes, 5 de junio de 2020

Tiempo... Lamentaciones 3. 22 - 23



TIEMPO DE REFLEXIÓN
La misericordia de Dios se renueva cada mañana.

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. (Lamentaciones 3. 22-23)


Por la rutina, podemos olvidar el valor de cada nuevo día, de cada nuevo amanecer. Podemos dar por sentado el maravilloso milagro de la vida, el aire que respiramos, la manifestación de Dios en cada paso que decidimos tomar.
Al despertar cada día, recordemos que se levanta frente a nosotros otra nueva oportunidad de vivir, de perdonar o pedir perdón, de cambiar el odio por el amor, de deshacerte de la tristeza y sustituirla por el gozo de contar con la presencia de Dios en todo aspecto de nuestras vidas.
Al levantarnos, según la situación que estemos viviendo, tendremos muchas respuestas: estoy bien, estoy mal, estoy triste, estoy sufriendo, estoy deprimido.
Sin embargo cualquiera sea la afirmación recuerda la más importante: ESTAMOS VIVOS.
Vivos para caminar junto al Señor, vivos para dejar que nos guía por los caminos de su voluntad, vivos para abrirle nuestro corazón y para ser cobijados cada día por su grandiosa misericordia.
Dios les bendiga abundantemente.

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