TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Entonces
le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las
aguas.” (Mateo
14. 28)
Jesús
nunca dejó a Pedro tragar agua. No tuvo que resucitarlo, sólo tomó su mano y le
auxilió. Nosotros tenemos un superhéroe, un Dios todopoderoso, creador de los
cielos y la tierra que todo lo tiene y todo lo puede. Él quiere regalarnos el
don de trabajar, ser exitosos y poder disfrutar del fruto de nuestro esfuerzo.
Isaías
41. 10 nos promete: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo
soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia”.
Si
el Señor lo dijo, es seguro que lo hará. Todo inicia aceptando a Jesús como
nuestro Señor y Salvador. Si no tenemos en quién confiar, si nos sentimos solos
y desamparados es porque no conocemos al Dios todopoderoso, al que puede
acompañarnos y ayudarnos en medio de la adversidad. Él tiene el poder y la
autoridad para sustentar cualquier cosa por adversa que sea.
Hagamos
una confesión de fe y digámosle como Isaías: “no temeré”. Recordemos nuestros
temores y desechémoslos. Enfrentemos el miedo y digámosle en la cara que no nos
asustan porque Jesús está con nosotros Cuando afrontamos el temor y nos
abandonamos en Sus brazos, Él nos sustenta y dice: “no desmayes porque yo soy
tu Dios que te esfuerzo y siempre te ayudaré”.
Dios
les bendiga abundantemente.
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