TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“En
lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es
necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a
prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba
con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo”.
1
Pedro 1.6 – 7.
“La
prueba de vuestra fe produce paciencia” (Santiago 1.3). Solo puede
establecerse aquella fe que fue probada y que como resultado de superar dicha
prueba ganó en confianza y en perseverancia por el Señor. “Y su señor le
dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25.23). Solo entra en el
regocijo de contar con la presencia continua del Dios a su lado, el que es
consciente de que el reto es el medio por el cual, confiando en Él, es decir,
otorgándole nuestra fe totalmente, podemos llegar a ser buenos siervos.
Dios
no quiere que pongamos un signo de interrogación en nuestra fe, sino un punto.
Un punto que signifique que tenemos por Él una fe consolidada, perseverante,
continua, porque al final su obra es para nuestro bien.
El
Señor conoce muy bien nuestro propósito y además nuestra capacidad de fe. Para
ello son sus pruebas, porque no se sabrá nunca
si la fe es real, si nunca fue alguna vez probada. Confiemos en el Señor.
Dios les bendiga abundantemente.
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