UN MOMENTO CON DIOS
Una segunda oportunidad
“Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré”. (Jonás 3. 1 - 2)
Probablemente Jonás se
preguntó si Dios volvería a utilizarle. Y, por supuesto, el Señor no estaba
obligado a hacerlo. Pero Dios amaba a Jonás. Y Dios da segundas oportunidades.
El pasaje anterior muestra que
el Señor dio a Jonás una segunda oportunidad.
Dios también dio a Adán y Eva,
nuestros primeros antepasados, una segunda oportunidad. Se les advirtió
estrictamente que no comieran del fruto prohibido. Pero lo hicieron. Como
resultado, el pecado entró en el mundo.
Dios podría haber dicho:
"Ya está. Voy a empezar de nuevo".
Sin embargo, ¿qué encontramos
en el capítulo 3 del Génesis? Leemos: "Y oyeron la voz de Jehová Dios que
se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron
de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios
llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?" (Génesis 3. 8 - 9)
Dios aún anhelaba la comunión
con su hijo rebelde.
Además, Dios dio al rey David
una segunda oportunidad después de que David cometiera adulterio y asesinato
(que cometió para encubrir su adulterio). Cuando el profeta Natán se enfrentó a
él, se arrepintió. Y Dios le dio una segunda oportunidad.
Sansón tenía mucho a su favor.
Cometió increíbles proezas de fuerza como un superhéroe. Pero cayó en el pecado
y se dedicó a todo tipo de inmoralidades. Finalmente, sus enemigos lo
capturaron y le sacaron los ojos. Pero entonces la Biblia nos da este detalle
sobre Sansón en Jueces 16:22: "Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer,
después que fue rapado". Dios le dio una segunda oportunidad.
Eso debería dar esperanzas a
cualquiera que sienta que necesita una segunda oportunidad en la vida. Dios da
segundas oportunidades y está en nosotros aprovecharlas, enmendar nuestro
camino y asumir el compromiso de caminar con Él, conforme a lo que Él espera y
quiere de nosotros, reflejado en las enseñanzas de Su Palabra.
¡Tomemos nuestra segunda
oportunidad y decidamos caminar en fidelidad con nuestro Padre Celestial que nos
espera con brazos abiertos! ¡Si andamos con Aquel que todo lo conoce, jamás nos
encontraremos perdidos!
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario