UN MOMENTO CON DIOS
Alinear nuestros deseos con la
voluntad de Dios.
“Deléitate en el Señor, y Él te concederá los deseos de tu corazón” (Salmo 37. 4)
El salmista nos anima a
“Deléitate en el Señor, y Él te concederá los deseos de tu corazón” (Salmo 37. 4).
Este versículo nos hace recordar que, aunque no está equivocada la idea de
tener deseos concretos, debemos esforzarnos por ajustar nuestras necesidades y
aspiraciones a la voluntad de Dios. En lugar de limitarnos a pedir lo que
queremos, es importante orar para que Dios moldee nuestros deseos de acuerdo
con sus planes y propósitos.
Debemos acercarnos a Dios con
valentía. Algunos cristianos pueden dudar a la hora de pedir a Dios sus deseos,
incluso cuando esos deseos son buenos y honorables. El miedo puede frenarles,
dudando de si Dios les escuchará de verdad. Sin embargo, las Escrituras nos
aseguran que podemos acercarnos al trono de Dios con valentía y confianza
(Hebreos 4. 16). Él nos invita a llevarle nuestras peticiones y a confiar en su
naturaleza amorosa y atenta.
En nuestro camino de fe, es
crucial evaluar los deseos que cautivan nuestro corazón. Al examinar nuestras
aspiraciones, podemos obtener información valiosa sobre nuestra relación con
Cristo. Aunque es natural tener deseos, debemos asegurarnos de que se alinean
con la voluntad de Dios y no eclipsan nuestra búsqueda de humildad, rectitud y
una conexión más profunda con Él. Al acercarnos a Dios con confianza, podemos
confiar en que Él guiará y dará forma a nuestros deseos de acuerdo con sus planes
perfectos.
Dios les bendiga
abundantemente.
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