UN MOMENTO CON DIOS
La alabanza en todo tiempo
“Por lo tanto, ofrezcamos siempre a DIOS, por medio de Jesús, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que confiesen su nombre. “(Hebreos 13. 15)
Resulta sencillo descubrir
cuando una persona está enamorada. Tiene un brillo especial y no puede dejar de
hablar sobre la persona que ama. Podemos verlo cuando preguntamos a una pareja enamorada
sobre como es el otro. Los dos quieren seguir agregando comentarios buenos del
otro.
De igual modo, quienes aman al
Señor están llenos de esperanza, porque saben que el amor que hallaron supera
cualquier relación que el mundo puede ofrecer. Es por eso que no pueden dejar
de alabar a Dios.
Todas las relaciones, también nuestra relación con nuestro Señor, pasan por
momentos difíciles.
¿Podemos alabar a Dios cuando
nuestras oraciones parecen no tener respuesta o cuando los planes que parecen
la voluntad de Dios no son lo que esperamos?
La pregunta importante a
cualquier pareja seria: «¿Cómo es que su relación duró tantos años?». La
mayoría coincide en que la comunicación es lo que alimenta una relación.
Orar regularmente y los
actos de devoción, incluso cuando no sentimos el deseo de hacerlo, sostienen
nuestra relación con Dios. Esto, igual que leer la Biblia, nos enseña a
alabar a Dios, más allá de la situación que estemos viviendo.
Dios les bendiga
abundantemente.
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