UN
MOMENTO CON DIOS
Vivir
con convicción
“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse”. (Daniel 1. 8)
El tiempo
que estamos viviendo requiere de cristianos con carácter no solo para decir lo
que creen sino para defenderlo con autoridad, convicción y seguridad. Hacer
esto, supone disposición y conocimiento de que puede traer consecuencias
inmediatas, pues es una lucha contra las fuerzas del mal. Querámoslo o no,
cuando las autoridades que han sido puestas por DIOS no reconocen a DIOS, estas
obedecen a otro dios, al príncipe de este siglo, a satanás.
Vemos
que hay creyentes que defienden ideas
políticas determinadas, e incluso llegan a discutir con otros que piensan
distinto. A tal punto que aceptan sus prácticas engañosas, de mentiras y
corrupción totalmente alejadas de lo que DIOS quiere.
Daniel,
aun en medio de la majestuosa Babilonia, no se dejó cautivar por los lujos, ni
comprar con todas las riquezas que le ofrecían si él se volvía como ellos.
Tampoco utilizó la queja para preguntarse porque él tenía que pasar por esa
situación. Lo que hizo Daniel fue orar a DIOS, aún, aunque eso le podía costar
la vida.
Cuando
se está convencido de algo, de que ese algo es la verdad, y que esa verdad ha
sido encomendada por DIOS, debemos estar dispuestos hasta morir para que se
cumpla.
Jesús
nos dijo, vayan por todo el mundo y den a conocer a DIOS, díganle a las
personas que Jesús murió en la cruz por los pecados de ellos, para darles
oportunidad que por creer en él, puedan ser librados de la muerte eterna. Es
por obediencia, convicción, amor, y sabedores que pueden morir que muchos
misioneros han llevado Biblias clandestinamente a países donde no permiten la
entrada de estas. Es por ello que hombres y mujeres a costa de sus vidas están
evangelizando clandestinamente a personas en países como Marrueco, Jordania,
Pakistán, Afganistán, Turquía, China, India, Indonesia, Cuba, etc.
También,
es tiempo que nosotros los cristianos tengamos el valor, el carácter y la
determinación de defender los valores eternos que DIOS ha plasmado en la Biblia
como que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer, que la clonación
está en contra de la soberanía de Dios, que la eutanasia, el aborto, son
decisiones que retan la autoridad de DIOS. Por consiguiente, debemos defender
estos valores apoyados en las leyes de la constitución que nos confiere el
derecho de expresarnos libremente y defender lo que creemos. Somos más de 2 mil
millones de cristianos, ya somos suficientes para que seamos escuchados, pero
aunque fuéramos menos, DIOS nos respalda, solo que requiere valor y convicción.
Esta
sociedad en que vivimos necesita la sal de los cristianos, la luz de la iglesia
de Cristo, la sabiduría que DIOS da para tomar mejores decisiones en los
gobiernos, en los gabinetes, en los congresos, en los senados, en las
gobernaciones.
Necesitamos
tener el valor y el carácter de Pedro y de los apóstoles, y de Pablo que se
enfrentaron a las autoridades cuando estas están violentando u oponiéndose a la
voluntad de DIOS.
DIOS
es mayor que todos, y ningún gobierno puede vencerlo, pero somos nosotros los
ojos de DIOS, la boca de DIOS, las manos de DIOS y los pies de DIOS, por
nosotros DIOS se da a conocer.
No
nos avergoncemos de llamarnos cristianos, pero no solo lo digamos, sino
defendamos lo que creemos, y eso significa estar dispuestos hasta dar la vida
para que la verdad de DIOS prevalezca. Porque el que quiera ganar la vida la
perderá…
Vamos,
defendamos lo que creemos, pues de lo contrario no estamos seguros en lo que
creemos.
Dios
les bendiga abundantemente.
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