UN
MOMENTO CON DIOS
No a
la mentira
“Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento”. (Proverbios 12.22)
Todo
lo que no es la verdad es una mentira en la Palabra de DIOS.
Como
creyentes, no debemos decir mentiras. Exagerar el discurso, es una forma de mentir.
Otra forma es lo que algunos llaman de “mentiras inofensivas”, que dicen para
no hacer daño a alguien, esto no cambia que sea una mentira. A menudo, hay que
orar y pedir por sabiduría, seleccionando cuidadosamente las palabras que el
Espíritu Santo dicta a nosotros, pero no hay que mentir.
Hay
muchas otras formas de mentir. Por ejemplo, la hipocresía es una forma de
mentir. 1 Juan 2.4 nos enseña que: “El que dice:” Yo le conozco” y no
guarda sus mandamientos es un mentiroso, y la verdad no está en él.”
Otra
forma de mentir es hacer promesas falsas que podíamos mantener, sino que
simplemente no deseamos cumplir. Números 23.19 dice: “Dios no es hombre
para que mienta… ¿Acaso dice y no hace?¿Acaso promete y no cumple?” La
implicación es que, cuando una persona hace una promesa que podría mantener,
pero se niega a hacerlo, ha mentido. DIOS no hace esto, pero la gente hace
a menudo.
Luego
está la verdad a medias, en los que una persona dice cosas que son técnicamente
correctos, pero deliberadamente deja de lado hechos importantes o cuenta la
historia de tal manera que lleva a la gente para llegar a una conclusión
falsa.
En
el Antiguo Testamento, por ejemplo, los hermanos de José lo vendieron a ser un
esclavo. Luego tomaron su abrigo, lo mojaron en la sangre de un animal, y lo
llevan a su padre Jacob, y dijeron que habían encontrado el abrigo. Jacob, por
supuesto, llegó a la conclusión de que José había sido asesinado por un animal
salvaje, que es exactamente lo que los hijos de Jacob querían que el creerá,
aunque nunca llegaron y lo dijeron (Génesis 37.31-33). Sin embargo, había
engañado deliberadamente a su padre a creer una mentira.
La
mentira y el engaño no son conciliables con la justicia. Si una persona es
honesta y confiable, ella no mente o engaña. Ser honesto y confiable es una
parte integral de ser justos.
Proverbios
13.5-6 dice: “El justo aborrece la palabra mentirosa; el malvado se hace
odioso e infame. La justicia protege al perfecto de camino, pero la impiedad
trastorna al pecador.”
Apocalipsis
21.8 dice que “todos los mentirosos” tendrán su parte en el lago de
fuego, que es la muerte segunda.
Como
cristianos, nuestra conducta debe representar y manifestar el carácter de la
Verdad de DIOS.
Mateo
5.37 dice: “Pero sea vuestro hablar: “Sí, sí” o “No, no”, porque lo que es
más de esto, de mal procede.”
Efesios
4.15 nos dice que debemos “decir la verdad en el amor” y un poco más
adelante en el versículo 25, leemos: “Por eso, desechando la mentira,
hablad verdad cada uno con su prójimo… “
Así
que si somos hijos de DIOS, la verdad debe ser evidente en todo lo que
hacemos.
Debemos
recordar que lo contrario de la verdad es la mentira y el diablo se
llama “el padre de la mentira” (Juan 8.44)
Cuando
mentimos, nos estamos alineando con el diablo en vez de DIOS.
Como
creyentes debemos abstenernos de hablar mentiras y debemos pedir a DIOS que nos
de convicción a través del Espíritu Santo cuando lo hacemos, para que de
inmediato podamos arrepentirnos.
Dios les bendiga abundantemente.
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