UN
MOMENTO CON DIOS
Dios
nos creó y está siempre con nosotros
“¿A
dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si
subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo,
también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en
los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha! Y, si dijera: «Que me oculten las tinieblas;
que la luz se haga noche en torno mío», ni las tinieblas serían oscuras para
ti,
y aun la noche sería clara como el día. ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que
la luz!” (Salmo 139.7 - 12)
David
se dio cuenta de que no había ningún lugar en todo el universo en el que no
estuviera la presencia de Dios. Dios lo cubre todo y es imposible huir de
él. No hay ninguna persona ni ninguna cosa escondida o lejos de su alcance
porque Dios es omnipresente.
Este
debería ser un pensamiento de paz para los hijos de Dios: no hay ningún sitio
donde puedan escapar o esconderse de la presencia de Dios. Desde Adán y Eva
(Génesis 3.10) hasta el día de hoy, son muchos los que han intentado esconderse
de Dios, pero es imposible. Él lo ve todo, lo sabe todo y está por doquier.
El
Señor está con nosotros, nos acompaña en todo momento y en todas partes. Aun en
medio de la oscuridad física o espiritual, él está a nuestro lado. Aferrémonos
al Señor y recibiremos la paz que emana de Su compañía en medio de cualquier
situación.
Eres
creación maravillosa de Dios Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre
de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! Mis huesos no te fueron
desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más
profundo de la tierra era yo entretejido. Tus ojos vieron mi cuerpo en
gestación:
todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando,
aunque no existía uno solo de ellos. (Salmo 139. 13 - 16)
David
habla sobre cuán profundamente Dios conoce a cada ser humano desde el mismo momento
de su concepción. De hecho, Dios le dio suficiente conocimiento a David para
entender que es Dios quien forma cuidadosamente todas las partes del cuerpo de
cada persona. Esto quiere decir que, aun antes de que otros supieran sobre
nuestra existencia, ya Dios nos conocía y estaba obrando en nosotros,
formándonos. Así de especiales somos para él.
Pensemos
en todas las características que nos hacen únicos. Ese fue el plan de Dios para
cada uno de nosotros. En un mundo en el que se nos intenta convencer de que la
belleza o la perfección es lo que importa, ¡cuánta sanidad traen estos
versículos! Dios nos hizo tal como somos y somos Su obra maravillosa. Él nos
hizo con un propósito especial. Apreciemos el diseño de Dios en nosotros y en
las demás personas.
Dios
les bendiga abundantemente.
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