UN
MOMENTO CON DIOS
¿Cuál
es la importancia de la fe?
Dios puso fe en el corazón del ser humano. El ser humano decide dónde deposita esa fe. Cuando ponemos nuestra fe en Jesús escogemos creer que su venida a la tierra, sus milagros y su sacrificio en la cruz fueron una realidad y abrieron la puerta para que recibamos la salvación y la vida eterna.
Dios
nos ha dado a todos una medida de fe
“Por
la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto
de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con
moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado”.
(Romanos 12. 3)
Tener
fe requiere humildad, vernos tal como somos: humanos y finitos. Dios nos da una
medida de fe a través de la cual reconocemos nuestra necesidad de él. Podemos
aumentar esa fe a la medida en la que le dejamos obrar en nuestros corazones y
transformarnos más a su imagen.
Debemos
confesar a Jesús como Señor y Salvador
“Esta
es la palabra de fe que predicamos: que, si confiesas con tu boca que Jesús es
el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás
salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se
confiesa para ser salvo”. (Romanos 10. 8 - 10)
Nuestra
fe comienza en lo más profundo de nuestro corazón. Una vez Jesús es el Rey de
nuestra vida, su amor nos impulsa a hablar y a compartir lo que Dios ha hecho
en nosotros. Luego, según vamos creciendo en nuestro andar con Jesús, la fe se
manifiesta a través de nuestras acciones, palabras y decisiones.
1.
Por fe recibimos el perdón y la salvación
“Porque
tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree
en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
(Juan 3.16)
Dios
nos amó tanto que envió a su propio hijo, Jesús, a morir por nosotros. Al poner
nuestra fe en Jesús y creer en él, recibimos el perdón de nuestros pecados y
pasamos a tener vida eterna.
2.
Cristo habita en nuestros corazones por fe
“Le
pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas
riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe
Cristo habite en sus corazones”. (Efesios 3.16 - 17)
Por
fe decidimos abrir nuestros corazones a Jesús. Su Espíritu viene a morar en
nosotros y nos fortalece en todo.
3. Nos
ayuda a vencer al mundo y nuestras tendencias carnales
“...porque
todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al
mundo: nuestra fe”. (1 Juan 5.4)
A
través de nuestra fe en Jesús logramos vencer las tentaciones y la tendencia al
pecado. Nos da fuerzas para elegir agradar a Dios en lugar de intentar
consentir todos nuestros deseos.
4.
Nos protege y nos ayuda a permanecer firmes
“Además
de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las
flechas encendidas del maligno”. (Efesios 6.16)
Dios
no nos deja batallar solos. Él nos provee la armadura que necesitamos para
vencer en la batalla espiritual.
El escudo del que nos habla este versículo era un escudo grande que usaban los
soldados romanos para la avanzada. Cuando intentamos avanzar en nuestro andar
con Jesús pueden surgir dudas y ataques por varios frentes. Si te aferras bien
al escudo de la fe y aprendes a usarlo, lograrás apagar esos ataques del
maligno.
Gracias
a nuestra fe somos nuevas criaturas. Lo viejo queda atrás, podemos comenzar de
nuevo llenos de esperanza aferrados al Señor. La fe nos capacita para mirar
adelante con la paz del que sabe que está en las mejores manos.
Dios les bendiga abundantemente.
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