UN
MOMENTO CON DIOS
Dios
escucha nuestro clamor
Oye, Señor, mi voz cuando a ti clamo; compadécete de mí y respóndeme. El corazón me dice: « ¡Busca su rostro!» Y yo, Señor, tu rostro busco. No te escondas de mí; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos. Guíame, Señor, por tu camino; dirígeme por la senda de rectitud, por causa de los que me acechan. No me entregues al capricho de mis adversarios, pues contra mí se levantan falsos testigos que respiran violencia. (Salmo 27. 7 - 12)
Hasta
aquí parecía que David solo experimentaba tiempos de victoria y gozo. Ahora
vemos que él también tenía luchas, pero conocía el secreto para
recuperar la confianza en Dios: la oración.
David
clamaba a Dios cuando se sentía inseguro o con miedo. Él sabía que no podía
hacer nada por sí solo. Necesitaba a Dios, sentir su presencia, ver su rostro.
Nadie más podía salvarle.
Todos
nos sentimos inseguros en algunos momentos. Cuando esto sucede necesitamos
clamar a Dios por ayuda, ir delante de él en oración y ruego. Dios siempre
escucha a los que ponen su confianza en él. Él no nos abandona en nuestra hora
de necesidad.
Aunque
mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos. (Salmo
27. 10)
Dios,
nuestra certeza y ánimo. Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del
Señor en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor;
ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!
(Salmo 27. 13 - 14)
David
tenía una certeza. No importaba cuántas dificultades llegaran a su vida él
sabía que vería de nuevo la bondad de Dios en su vida. En medio de las
circunstancias difíciles él sabía que Dios traería cosas buenas a su vida.
Por
eso termina el Salmo animando a sus oyentes (a cada uno de nosotros) a poner su
esperanza en Dios. Termina dando una palabra de ánimo, diciendo que
podemos confiar en Dios siempre porque él nunca nos fallará.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario