CADA
DÍA CON DIOS
Yugo
desigual.
Yugo es un palo que une a dos toros con el fin de que hagan un trabajo uniforme o parejo al arar.
Dios
pone como ejemplo la unión de estos dos animales con el fin de que entendamos
cuán importante es que una persona que tiene un propósito se una a otra que
tenga el mismo propósito o que le pueda ayudar a conseguir lo que quiere
lograr.
La Palabra
de Dios dice que la única forma para que dos personas avancen, crezcan y se
desarrollen es si están de acuerdo en lo que están haciendo. Amos 3.
3 “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
Si
alguien se queda varado en su automóvil y otros lo quieren ayudar empujando. No
avanzarían para ningún lado si unos empujan para atrás y otros para adelante,
la única forma de mover ese vehículo para algún lugar es si los que empujan se
ponen de acuerdo.
Dios
prohíbe que su pueblo tenga cualquier tipo de alianza con personas de otros
pueblos con costumbres diferentes. Éxodo 34. 15 - 16 “Por tanto, no harás
alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus
dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses, y te invitarán, y comerás de sus
sacrificios; o tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en
pos de sus dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de
ellas”
Salomón
sabía que no debía relacionarse o hacer yugo con mujeres de otros pueblos pero
a pesar de eso lo hizo. 1 Reyes 11. 1 “Pero el rey Salomón amó, además de la
hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a
las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas;”
No importa
cuánto tiempo llevemos de cristianos o cuan sabios seamos si nos unimos a un
yugo desigual pronto terminaremos haciendo lo que ellos hacen, los seres
humanos actuamos de acuerdo al medio en el que nos movemos. 1 Reyes 11. 4 “Y
cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses
ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su
padre David”
El dicho
popular dice: dime con quién andas y te diré quién eres o el más popular el que
con lobos anda a aullar aprende.
Hay
dos cosas importantes que nos hacen unir en yugo desigual
1.
El Amor. El amor es un sentimiento, que mal encausado, nos hace actuar de la
manera que menos lo esperamos.
1.
Amor a una persona. 1 Reyes 11. 2 “gentes de las cuales Jehová había dicho a
los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros;
porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas,
pues, se juntó Salomón con amor” Salomón se enamoró de esas mujeres y esto lo
obligó a cambiar sus costumbres. Algunos cristianos creen que si se casan con
alguien no creyente un día lo pueden cambiar. Si no cambia terminaremos
cediendo para no perderlo.
2.
Amor al dinero. 1 Timoteo 6. 10 “porque raíz de todos los males es el
amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores” El dinero es necesario pero si lo amamos de
manera exagerada nos terminara obligando a dejar a Dios y cometer cualquier
barbaridad con tal de no perderlo.
3. Amor
a lo que hacemos. 1 Juan 2. 15 “No améis al mundo, ni las cosas que están en el
mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” Llámese
trabajo, estudio, deportes, ministerio espiritual etc. A cualquier cosa que se
una nuestro corazón terminara doblegándonos y alejándonos de los demás
incluyendo a Dios.
2.
El no entender que no todo nos conviene. 1 Corintios 10. 23 “Todo me es lícito,
pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” Es
posible que no podamos controlar nuestro corazón y ordenarle de quien se debe
enamorar pero si debemos entender y tener muy en claro que para unirse a
alguien no es suficiente con amarlo también es muy importante pensar si nos
conviene o no nos conviene.
Si nos
enamoramos de un hombre o de una mujer que no comparte nuestras metas, que es
adicta/o a cualquier vicio, que es una persona maltratadora debemos entender
que por más que la amemos no nos conviene.
No nos
involucremos sentimentalmente con personas que sabemos no nos convienen, recordemos
el corazón es engañoso y cuando menos lo pensemos lo que creíamos solo era un
juego o un pasar el tiempo se nos convierte en algo serio. Jeremías 17. 9
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?”
Nadie
se enamora de alguien que no conoce por lo tanto antes de enamorarnos de
alguien deberíamos pensar muy bien con quien nos relacionamos, tanto estar con
esa persona en las buenas y en las malas generará sentimientos en nuestro
corazón que después no los vamos a poder controlar.
Dios les bendiga abundantemente.
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