CADA
DÍA CON DIOS
Una
Vida Importante
Ser importante o tener una vida importante es mucho más que tan solo comer dormir y trabajar o tan solo tener bienes materiales.
Los
títulos universitarios o una muy buena posición social no son
suficientes para tener una vida con sentido o una vida importante.
Lastimosamente
los que más sufren de depresión y stress son los de alta posición económica
esto demuestra que no es lo material lo que le da importancia a una
vida.
En
este capítulo 16 de 1 Reyes se menciona los nombres de algunos
reyes que lo único que hicieron fue nacer, ser reyes y morir. Vrs. 6, 8, 15,
23, 30 “Y durmió Baasa con sus padres, y fue sepultado en Tirsa, y
reinó en su lugar Ela su hijo. En el año veintiséis de Asa rey de
Judá comenzó a reinar Ela hijo de Baasa sobre Israel en
Tirsa; y reinó dos años. En el año veintisiete de Asa rey de Judá, comenzó a
reinar Zimri, y reinó siete días en Tirsa; y el pueblo había acampado
contra Gibetón, ciudad de los filisteos” Podríamos decir que cada uno de
estos reyes tenía una vida sin sentido.
Como
Tener una vida importante.
1.
Teniendo un propósito o una meta que seguir. 1 Corintios 9. 26 “Así que, yo de
esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien
golpea el aire,” Cada mañana debemos saber exactamente que vamos hacer.
El
creer que ya se lo ha conseguido todo hace que se tenga una vida sin sentido,
rutinaria y monótona.
2.
Aprendiendo a disfrutar de la vida en cualquier circunstancia que estemos
pasando. Filipenses 4. 12 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en
todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre,
así para tener abundancia como para padecer necesidad.” Ser prospero no es
tenerlo todo, ser prospero es disfrutar todo lo que se tiene sea mucho o
poco.
Una
persona pobre no es aquella que no tiene dinero, una persona pobre es aquella
que no sabe vivir sin dinero.
3.
Teniendo en el corazón el deseo de servir. Lucas 22. 27 “Porque, ¿cuál es
mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la
mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.” Una persona útil a Dios y
a la sociedad no tiene tiempo para aburrirse o desanimarse.
El
creer que todavía tenemos metas que alcanzar y muchos sueños por realizar es lo
que le da sentido e importancia a nuestra vida.
4.
Diseñando cada día un plan de acción. Lucas 14. 28 “Porque ¿quién de vosotros,
queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver
si tiene lo que necesita para acabarla?” No basta con saber qué es lo que
quiero, también es muy importante saber cómo lo voy a conseguir.
5.
Amando lo que se hace. Colosenses 3. 23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres” LLevados por la necesidad
muchas personas tienen que trabajar en algo que no les gustaba, pero es
necesario llegar a amar eso que se hace.
6.
Haciendo lo que se ama. Eclesiastés 9. 10 “Todo lo que te viniere a la mano
para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay
obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” No dejemos que los complejos te
impidan hacer lo que amas. Cantar, danzar, pintar. Etc.
7.
Estando seguros de que lo que hacemos no es en vano. 1 Corintios 15. 58 “Así
que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del
Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” El
valorar lo que hacemos nos da valía.
8.
Nunca dejes de soñar. Hechos 2. 17 “Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré
de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán
sueños;” Los sueños nos hacen avanzar y nos dan fuerza para continuar.
9.
Entendiendo que solo Jesucristo nos da sentido. Juan 15. 4 - 5 “Permaneced en
mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la
vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva
mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” Jesucristo nos da paz y
tranquilidad para nunca cansarnos de seguir avanzando a pesar de la
adversidad.
No
permitamos que nuestra vida caiga en la monotonía o en la rutina, anhelemos,
luchemos, esforcémonos y sobre todo pensemos que con Jesucristo todo es
posible, si nos esforzamos y nunca nos desanimamos.
Dios
les bendiga abundantemente.
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