CADA
DÍA CON DIOS
Proyecto
Eterno.
Hablar de proyectos eternos para muchos sería algo descabellado ya que los seres humanos no somos eternos. Los seres humanos no somos eternos pero nuestros sueños, nuestros proyectos si pueden ser eternos si sabemos cómo hacerlo.
Las
personas pasan pero los pensamientos y las ideas pueden perdurar por la
eternidad.
El
sueño de Dios es que todo el mundo sea salvo para que este proyecto sea eterno
tenía que hacerlo a través de Su hijo.
Como
hacer que un proyecto sea eterno.
1.
Teniendo muy en claro que es lo que quiero lograr. 2 Samuel 7. 2, 12 - 13
“dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y
el arca de Dios está entre cortinas, Y cuando tus días sean cumplidos, y
duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual
procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 7:13 El edificará
casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.”
2.
Comunicando o trasmitiendo la Visión. 1 Reyes 5. 5 b “según lo que Jehová habló a David
mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él
edificará casa a mi nombre.” Dios le hablo a David antes de que Salomón
naciera. Pero Salomón estaba perfectamente informado de lo que quería su papá.
Esto nos hace entender que David le tuvo que transmitir su visión o su sueño de
construir el templo.
Podemos
tener muy bonito proyectos pero si no se lo comunicamos a nuestros hijos, no
los entrenamos y no los involucramos en lo que hacemos es muy probable que
ellos nunca continúen con nuestro legado. De nada sirve que nos esforcemos por
dejarles una gran herencia si no les enseñamos a manejarla.
3.
Tomar la decisión de hacerlo. Fue Salomón quien tomó la decisión de construir
el templo que tanto anhelaba su padre. 1 Reyes 5. 5 a “Yo, por tanto, he
determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios”
4.
Reconociendo las cualidades de los demás y pidiéndoles ayuda. 1 Reyes 5. 6
“Manda, pues, ahora, que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con
los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú
sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar madera como los
sidonios.” No creamos que sabemos todo, es cierto que tenemos fortalezas pero
también tenemos debilidades.
Muchas
personas no pueden pedir ayuda por sus prejuicios tales como el orgullo y
por sus temores al qué dirán.
5.
Sembrando a través de nuestra actitud. Lo que nosotros sembramos nuestros hijos
pueden cosechar. 1 Reyes 5. 1 “Hiram rey de Tiro envió también sus siervos a
Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre;
porque Hiram siempre había amado a David” has a otros lo que quieres que ellos
hagan contigo y también con tus hijos. Mateo 7. 12 “Así que, todas las cosas
que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con
ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
Cuando
nosotros tenemos o conservamos buenas amistades nuestros hijos tienen
aceptación. 1 Reyes 5. 7 “Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró
en gran manera, y dijo: Bendito sea hoy Jehová, que dio hijo sabio a David
sobre este pueblo tan grande.”
El
sembrar buena semilla hace que un día nuestros hijos reciban ayuda de los demás
de las personas en las que un día también sembramos. 1 Reyes 5. 7 - 8
“Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró en gran manera, y dijo:
Bendito sea hoy Jehová, que dio hijo sabio a David sobre este pueblo tan
grande. Y envió Hiram a decir a Salomón: He oído lo que me mandaste a
decir; yo haré todo lo que te plazca acerca de la madera de cedro y la madera
de ciprés.”
6.
Siendo organizados. Solo una buena organización en nuestra vida hace que
logremos alcanzar nuestros sueños. 1 Reyes 5. 13 - 14 “Y el rey Salomón decretó
leva en todo Israel, y la leva fue de treinta mil hombres, 5:14 los
cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por turno, viniendo
así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba encargado
de aquella leva.”
7.
En una buena organización todos deben rendirle cuentas a alguien. Solo de esta
forma podemos rendir o dar buenos frutos. 1 Reyes 5. 16 “sin los principales
oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, tres mil trescientos, los
cuales tenían a cargo el pueblo que hacía la obra.”
No
dejemos que nuestros sueños o nuestros proyectos se mueran con nosotros, comuniquemos
nuestros sueños a nuestros hijos, involucrémoslos en lo que hacemos y pronto
veremos que nuestros proyectos son eternos.
Dios
les bendiga abundantemente.
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