CADA
DÍA CON DIOS
Vivamos
de Manera organizada.
La única forma de llegar a tener una vida de excelencia es siendo organizados. La organización genera prosperidad, la desorganización genera pobreza, económica, emocional y espiritual.
En los días de los jueces se vivía en desorganización, el caos imperaba en ese tiempo. No había quien los gobierne, ni espiritualmente ni humanamente. Jueces 19. 1 “En aquellos días, cuando no había rey en Israel” La recomendación de Jesucristo a través del Apóstol Pablo es que debemos estar en sujeción. Romanos 13. 1 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.”
Dios
quiere lo mejor para nosotros pero la única forma de conseguirlo es a través de
una vida ordenada.
Que
produce el desorden:
1.
Falta de sujeción. Algunos levitas no se sujetaban a su tribu y andaban como
errantes de un lugar para otro. Jueces 19. 1 b “hubo un levita que moraba como
forastero en la parte más remota del monte de Efraín, el cual había tomado para
sí mujer concubina de Belén de Judá.”
2.
Desconocimiento de lo que se quiere, el que no sabe que quiere o para donde va,
está perdido. El que no sabe que quiere permite que otros tomen decisiones por
él. Jueces 19. 5 - 9 “Al cuarto día, cuando se levantaron de mañana, se levantó
también el levita para irse; y el padre de la joven dijo a su yerno: Conforta
tu corazón con un bocado de pan, y después os iréis. Y se sentaron ellos dos
juntos, y comieron y bebieron. Y el padre de la joven dijo al varón: Yo te
ruego que quieras pasar aquí la noche, y se alegrará tu corazón. Y se levantó
el varón para irse, pero insistió su suegro, y volvió a pasar allí la
noche. Al quinto día, levantándose de mañana para irse, le dijo el padre
de la joven: Conforta ahora tu corazón, y aguarda hasta que decline el día. Y
comieron ambos juntos. Luego se levantó el varón para irse, él y su
concubina y su criado. Entonces su suegro, el padre de la joven, le dijo: He aquí
ya el día declina para anochecer, te ruego que paséis aquí la noche; he aquí
que el día se acaba, duerme aquí, para que se alegre tu corazón; y mañana os
levantaréis temprano a vuestro camino y te irás a tu casa.”
3.
Irresponsabilidad. Una persona irresponsable es aquella que siempre espera a
que otros paguen las consecuencias de sus actos. Jueces 19. 24 “He aquí mi hija virgen, y la concubina de
él; yo os las sacaré ahora; humilladlas y haced con ellas como os parezca, y no
hagáis a este hombre cosa tan infame.”
4.
Actuar solo por emociones. Una persona que se deja llevar por los impulsos de
la emoción causa daños a otras personas, este levita no solo produjo la muerte
de su concubina, también ínsito a todas las demás tribus a participar de su
venganza. Jueces 19. 29 “Y llegando a su casa, tomó un cuchillo, y echó
mano de su concubina, y la partió por sus huesos en doce partes, y la envió por
todo el territorio de Israel.”
Dios
es un Dios de orden y exige que todos nosotros seamos organizados eso también
hace parte de la perfección.
Antes
de morir es necesario en pensar cómo organizar nuestras cosas.
El
rey Ezequías recibió la orden directa de Dios para que organizara su casa
antes de morir. Parece que él vivía con algo de desorden. Isaías 38. 1 “En aquellos
días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y
le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.”
Como
tener una vida organizada.
1. Tracémonos
un propósito en nuestra vida
2.
Hagamos uso de una agenda. Organicemos nuestros compromisos diarios.
3.
Organicemos un plan de trabajo.
4.
Elaboremos un presupuesto para nuestros gastos. Lucas 14. 28 - 30 “Porque
¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y
calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que
después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean
comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar,
y no pudo acabar. ”
Solo
el orden puede llevarnos a una vida de excelencia, no permitamos que la pereza nos
lleve a tener una vida desordenada. Recordemos que el desorden produce ruina.
Dios
les bendiga abundantemente.
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