CADA
DÍA CON DIOS
La
Misericordia de Dios.
Uno de los atributos maravilloso de Dios es que él es rico en misericordia. Misericordia significa tener la capacidad de perdonar a alguien que no lo merece.
Jesucristo
nos perdonó de todos nuestros pecados a pesar de que lo único que merecíamos
era la muerte.
Si
nosotros fuéramos perdonados por nuestras buenas obras o por el trabajo que
desempeñemos ya no sería por misericordia.
No
hay nada que el hombre pueda hacer para decir que es merecedor del perdón de Cristo.
El
pueblo de Israel constantemente vivía decepcionando a Dios de manera frecuente
estaba haciendo lo malo delante de Dios. Jueces 10. 6 “Pero los hijos de Israel
volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales y a
Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a
los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos; y dejaron a
Jehová, y no le sirvieron.”
Nada
diferente a lo que sucede hoy en día, un día somos los más entregados a Jesucristo
queremos servir en todos los ministerios de la iglesia y al día siguiente ya
queremos que nos saquen de todos los ministerios porque estamos desanimados o
haciendo lo que a Dios le desagrada.
Las
consecuencias de nuestros actos no se hacen esperar y empezamos a vivir una
vida desagradable y tormentosa. Jueces 10. 7 “Y se encendió la ira de Jehová
contra Israel, y los entregó en mano de los filisteos, y en mano de los hijos
de Amón;”
Y la
historia sigue repitiéndose cuando ya sentimos que no podemos, cuando ya hemos
tocado fondo nos acordamos de Jesucristo y nos arrepentimos de lo que hacemos. Jueces
10. 10 “Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, diciendo: Nosotros
hemos pecado contra ti; porque hemos dejado a nuestro Dios, y servido a los baales.”
Nosotros
ofendemos tanto a Dios que sentimos que el ya no nos quiere ayudar y que ahora
si de verdad estamos solos. Jueces 12. 13 - 14 “Mas vosotros me habéis dejado,
y habéis servido a dioses ajenos; por tanto, yo no os libraré
más. 10:14 Andad y clamad a los dioses que os habéis elegido; que os
libren ellos en el tiempo de vuestra aflicción.”
Dios
es padre y su corazón nunca permanece duro para siempre en contra de sus hijos.
El corazón de un padre siempre es sensible. Jueces 10. 16 c “y él fue angustiado
a causa de la aflicción de Israel”
Hay
cosas que mueven el corazón de Dios:
1.
Un Corazón arrepentido. Jueces 10. 15 a “Y los hijos de Israel respondieron a
Jehová: Hemos pecado;” Arrepentimiento es cambiar de dirección, no hacer lo
malo que se estaba haciendo.
2.
Un corazón humillado delante de él. Jueces 10. 15 b “haz tú con nosotros como
bien te parezca;” Dios nunca desprecia a una persona que se humilla. Salmo 51:
17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
3.
La decisión de cambiar y volver a empezar. Jueces 10. 16 a “” Jehová es un Dios
que siempre está dispuesto a darnos otra oportunidad.
4.
Una persona dispuesta a servir. Jueces 10. 16 b “y sirvieron a Jehová;” El servicio
dignifica a una persona. Juan 12. 26 “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo
estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le
honrará.”
El
amor de Dios es maravilloso. Su misericordia es infinita lo único que debemos
hacer es arrepentirnos de corazón, aceptar que solo Jesucristo puede
transformar nuestra manera de vivir. Dejemos de luchar en nuestras fuerzas dejemos
que Jesucristo se encargue de nosotros.
Dios
les bendiga abundantemente.
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