CADA
DÍA CON DIOS
Padres
de Excelencia
Muchas personas creen que parea llamarse padre o madre lo único que se necesita es tener un hijo.
No
se trata tan solo de procrear, se trata de ser unos padres de excelencia, ser
excelente no es ser perfecto, ser excelente es tener la capacidad de
cada día luchar por ser mejor.
Muchos
de quienes esperan ser padres lo primero por lo cual se preocupan es por tener
los accesorios necesarios para recibir al bebe que ha de nacer. La cuna y todo
el ajuar de ropa son importantes.
Pero
deberíamos considerar que más importante es estar preparados
emocionalmente y responsablemente para tener un bebé.
Como
lograr ser padres de excelencia.
1. Reconocer
que la verdad es que no sabemos qué hacer con nuestros hijos. Jueces 13. 8
“Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel
varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo
que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer.” Saber esta gran verdad nos
permitiría prepararnos.
La
verdad es que la mayoría de consejeros humanos tales como algunos psicólogos no
tienen la sabiduría suficiente para enseñarnos que hacer con nuestros hijos,
por este motivo la persona apropiada para pedirle nos enseñe es Dios. Jueces
13. 12 “Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la
manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él?”
2.
Entrenándolos. Salmos 144. 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis
manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;” Para el Rey David la mejor
ayuda que le podría dar Dios seria entrenándolo.
No
preparemos a nuestros hijos para un mundo solo para él, preparemos a nuestros
hijos para enfrentar al mundo.
3. Ofreciéndoles
acompañamiento. Isaías 43. 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y
si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni
la llama arderá en ti.” Nuestros hijos deben saber que no les podemos hacer las
cosas, pero si pueden contar con nosotros para ayudarles.
Una
forma de acompañarlos es involucrándolos en lo que hacemos. 2 Reyes 4. 4 - 5
“Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y
cuando una esté llena, ponla aparte; Y se fue la mujer, y cerró la puerta
encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del
aceite.” De nada sirve que trabajes duro para dejarles una importante
herencia si no los preparas para que ellos la puedan administrar.
4. Siendo
ejemplo a seguir. 1 corintios 11. 1 “Sed imitadores de mí, así como yo de
Cristo.” El Apóstol Pablo consideraba que él era un buen ejemplo a seguir,
porque él también tenía un buen ejemplo a seguir.
La
única forma de nosotros llegar a ser padres de excelencia es si hacemos
de Jesucristo nuestro ejemplo.
Jesucristo
nos protege peo no nos sobreprotege, la protección prepara,
la sobreprotección inutiliza.
5. Corrigiendo
a tiempo. Hebreos 12. 6 “Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo
el que recibe por hijo” Solo la corrección nos lleva a la perfección, sin corrección
no hay perfección.
Los
padres podemos llegar a ser amigos de nuestros hijos, pero sin dejar
de ser padres para corregir.
No
se trata tan solo de engendrar hijos, debemos estar dispuestos para aprender a
ser padres de excelencia, es decir cada día debemos luchar por ser
mejores.
Dios
les bendiga abundantemente.
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