CADA
DÍA CON DIOS
Reconozcamos
nuestros errores y triunfaremos.
Los seres humanos no somos capaces de aceptar que erramos y lo justificamos con la frase: “Nadie es perfecto”, es de humanos errar”, “el que tiene boca se equivoca” siempre utilizamos diferentes excusas que en lugar de hacernos avanzar nos estancan. Todo el que se estanca va en retroceso porque los demás avanzan y él se queda atrás.
Quien comete errores y no aprende de ellos peca de ignorante, porque todo en la vida tiene un propósito para el bien común del hombre en la tierra. Romanos 8. 28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”
La
base fundamental para cometer errores es la ignorancia el desconocer las
cosas hace que cometamos más errores. Es por eso que Jesucristo dice que solo
la verdad nos hace libres. El conocer la verdad nos hace tomar decisiones con
claridad. Juan 8. 32 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
El
no reconocer nuestros errores nos lleva a.
1.
Ser Tercos. Una persona terca es una persona sorda no quiere oír razones. Jueces
20. 13 “Entregad, pues, ahora a aquellos hombres perversos que están en Gabaa,
para que los matemos, y quitemos el mal de Israel. Más los de Benjamín no
quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel,”
2.
Promover pleitos en lugar de ser conciliadores. Jueces 20. 14 “sino que los de
Benjamín se juntaron de las ciudades en Gabaa, para salir a pelear contra los
hijos de Israel.” Hay personas que de un pequeño comentario hacen una guerra
imparable.
3.
Confiarnos de nuestras habilidades. Jueces 20. 16 “De toda aquella gente había
setecientos hombres escogidos, que eran zurdos, todos los cuales tiraban una
piedra con la honda a un cabello, y no erraban.”
4.
No medimos la proporción del peligro o de nuestros enemigos. Los de Benjamín
tan solo eran 26.000 hombres. Jueces 20. 15 “Y fueron contados en aquel tiempo
los hijos de Benjamín de las ciudades, veintiséis mil hombres que sacaban
espada, sin los que moraban en Gabaa, que fueron por cuenta setecientos hombres
escogidos.” Los hijos de Israel eran 400.000 todos preparados para la guerra. Jueces
20. 17 “Y fueron contados los varones de Israel, fuera de Benjamín,
cuatrocientos mil hombres que sacaban espada, todos estos hombres de guerra.”
Todo proyecto por muy bueno que sea siempre tiene un margen de riesgo.
5.
No entendemos que nuestras habilidades o nuestra capacidad sin la ayuda de Dios
de nada sirve. Los de Benjamín eran muy fuertes tanto que causaron muchas bajas
en Israel, si no es porque Jehová interviene podían derrotar a Israel. Ser
fuerte pero no tener a Dios de su lado es lo mismo que ser débil. Jueces
20. 27 - 28 “Y los hijos de Israel preguntaron a Jehová (pues el arca del pacto
de Dios estaba allí en aquellos días, y Finees hijo de Eleazar, hijo de
Aarón, ministraba delante de ella en aquellos días), y dijeron: ¿Volveremos aún
a salir contra los hijos de Benjamín nuestros hermanos, para pelear, o
desistiremos? Y Jehová dijo: Subid, porque mañana yo os los entregaré.”
El
que una persona no quiera reconocer sus errores lo lleva a la destrucción. Jueces
20. 48 “Y los hombres de Israel volvieron sobre los hijos de Benjamín, y los
hirieron a filo de espada, así a los hombres de cada ciudad como a las bestias
y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que
hallaban.”
Aceptar
las equivocaciones es de valientes. A pesar de intentarlo, de procurar
hacer las cosas bien, siempre cabe la posibilidad de cometer un error. Y
eso no debe frenarnos, pues muchas de las mejores lecciones que aprendemos son
producto de un error cometido y superado.
Aceptar
nuestros errores no significa culpabilizarnos. El aceptar nuestra culpa no debe
llevarnos a pasarnos la vida lamentándonos por lo que hicimos o dejamos de
hacer. El propósito de aceptar nuestra equivocación es poder corregir y seguir
adelante sin detenernos.
La
única persona en el mundo que no se equivoca es la que no hace nada, todo el
que se atreve hacer algo y sobre todo algo diferente siempre correrá el peligro
de equivocarse y cometer errores.
Solo
el aceptar nuestros errores nos lleva a tener una vida de éxito, la perfección
solo se consigue corrigiendo los errores. Sin corrección no hay perfección.
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario