CADA
DÍA CON DIOS
Consecuencias
de la Ira.
En este mundo donde todo se mueve de manera acelerada es muy común que se nos agote la paciencia. La incomprensión y la intolerancia son el común denominador en cualquier relación.
La
ira causa enfermedades psicológicas, físicas y espirituales.
El
tomar decisiones en momentos de ira hace que nos lamentemos de los actos que
cometemos. Produciendo en nosotros infelicidad. Jueces 21. 3 “Oh Jehová Dios de
Israel, ¿por qué ha sucedido esto en Israel, que falte hoy de Israel una
tribu?”
El
tomar decisiones cuando estamos airados siempre ocasiona consecuencias
negativas que hacen que después nos arrepintamos de lo que hacemos. Jueces 21.
6 “Y los hijos de Israel se arrepintieron a causa de Benjamín su hermano, y
dijeron: Cortada es hoy de Israel una tribu.”
Pensemos
muy bien antes de hablar y sobre todo antes de asumir compromisos delante de
Dios y de los demás. Jueces 21. 7 “¿Qué haremos en cuanto a mujeres para
los que han quedado? Nosotros hemos jurado por Jehová que no les daremos
nuestras hijas por mujeres.”
No prometamos
a nuestros hijos a nuestra pareja o al grupo de personas que frecuentamos con
cosas que no podamos cumplir
No
busquemos solucionar nuestros errores con más errores. Busquemos soluciones que
no causen más daño a otras personas. Muchas veces la cura resulta peor que la
enfermedad. Jueces 21. 8 - 10 “Y dijeron: ¿Hay alguno de las tribus de Israel
que no haya subido a Jehová en Mizpa? Y hallaron que ninguno de Jabes-galaad
había venido al campamento, a la reunión. Porque fue contado el pueblo, y
no hubo allí varón de los moradores de Jabes-galaad. Entonces la congregación
envió allá a doce mil hombres de los más valientes, y les mandaron, diciendo:
Id y herid a filo de espada a los moradores de Jabes-galaad, con las mujeres y
niños.”
Las
malas decisiones o las decisiones tomadas en momentos de ira siempre producen
mal tras mal. Jueces 21.18 - 20 “Pero nosotros no les podemos dar mujeres de
nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado diciendo: Maldito el que
diere mujer a los benjamitas. Ahora bien, dijeron, he aquí cada año hay fiesta
solemne de Jehová en Silo, que está al norte de Bet-el, y al lado oriental del
camino que sube de Bet-el a Siquem, y al sur de Lebona. Y mandaron a los hijos
de Benjamín, diciendo: Id, y poned emboscadas en las viñas,”
Consecuencias
de la Ira:
1. Podemos
en un segundo destruir lo que nos ha tomado toda una vida construir. Esto puede
suceder en los negocios, en la vida familiar o personal.
2.
Dañar las relaciones interpersonales, con nuestras palabras podemos causar daño
a los que más nos aman. Hay personas que toda la vida nos han ayudado y quizás
nosotros llevados por la ira no nos dimos cuenta.
3.
Impide que seamos objetivos en nuestro análisis del problema. Podemos ser
injustos con los demás.
4.
Es causa de que las demás personas huyan y no quieran relacionarse con nosotros
haciéndonos sentir rechazados.
5.
La ira solo nos hace hacer lo malo. Salmo 37. 8 “Deja la ira, y desecha el
enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.”
6.
Enceguece. No nos deja ver y por lo tanto nos causamos daño y causamos daño a
los demás de manera física y emocional. Padres que maltratan físicamente a sus
hijos con tanta severidad que los dejan lesionados de por vida. Otros los
maltratan tanto de manera psicológica que igual los dejan lesionados
mentalmente de por vida.
Es
inevitable airarse pero es necesario controlarse. Efesios 4. 26 - 27 “Airaos,
pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo.”
Nunca
pensemos en pagar mal por mal eso no le agrada a Jesucristo. Proverbios 20. 22
“No digas: Yo me vengaré; Espera a Jehová, y él te salvará.”
El
controlar la ira es de sabios. Proverbios 29. 11 “El necio da rienda suelta a
toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega.”
Nuestra
respuesta frente a la ira de los demás es lo que determina que se viva en paz o
en contienda. Santiago 1. 19 - 20 “Por esto, mis amados hermanos, todo
hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque
la ira del hombre no obra la justicia de Dios.”
No
dejemos que la ira envenene nuestra alma. Jesucristo puede darnos paz, solo él
puede darnos poder y dominio propio. Antes de tomar una decisión o declarar
algo en contra de los demás tranquilicémonos tomemos aire y dejemos que nuestras
ideas se aclaren.
Dios
les bendiga abundantemente.
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