CADA
DÍA CON DIOS
La
bondad de Dios en nuestras malas decisiones.
Los resultados de una reciente encuesta realizada por investigadores, encontraron que cerca de la mitad de los habitantes de los países occidentales, (el 47%), viven bajo las consecuencias de las malas decisiones que tomaron.
Esto significa que uno de cada dos personas que vemos camino a su trabajo, en la escuela, en el parque, etc., están viviendo con problemas relacionados con alguna mala decisión que tomaron.Esto
es muy significativo e importante, y debemos de tomarlo en cuenta, en
nuestra forma de pensar y de actuar con las personas que tratamos a diario
y que nos rodean.
Pareciera
que las personas están viviendo constantemente contra las consecuencias de sus
malas decisiones. Aunque lo intenten con todas sus fuerzas, algunas cosas
simplemente no funcionan.
Decidimos
comprar algo que creemos que necesitamos mucho, para semanas después
descubrir que nada en nuestra vida cambio con eso que compramos. Nos afanamos
en buscar los mejores productos que podamos pagar, creyendo que eso
si hará un cambio en nuestra vida, para descubrir tiempo después que lo que
antes teníamos era mejor que lo nuevo y caro que hemos adquirido.
Todo esto nos muestra que nuestras decisiones,
con muchísima frecuencia, producen resultados no deseados.
Solucionar
los problemas en que nos metemos por nuestras malas decisiones, puede ser
bastante difícil, Pero, ¿Qué sucede cuando nuestra mala decisión involucra
Y específicamente,
¿Qué Pasa cuando nuestra posición es abiertamente
en desobediencia a Él?
Al
considerar las necesidades de las personas como consecuencia a sus malas
decisiones, tenemos que ayudarles a ver que DIOS no abandona a los que toman
malas decisiones. Incluso las decisiones abiertamente pecaminosas
pueden ser superadas, llevándonos a una nueva experiencia de la
gracia de DIOS.
Un
muy buen ejemplo de esto es cuando Pedro negó al Señor Jesús.
Jesús
había profetizado que Pedro lo negaría en su hora de necesidad. Incluso Jesús
le dio a Pedro una señal inconfundible para este evento, el canto del gallo.
Aunque Pedro sí conocía a Jesús, sí se cumplieron las Palabras del Señor, y
Pedro negó conocer a Jesús, mientras el Maestro era enjuiciado y sentenciado a
muerte. Cuando canto el gallo, Pedro lloró amargamente por sus negaciones.
Si
Jesús hubiera respondido a la negación de Pedro con juicio o reproche, el
Pentecostés nunca hubiera acontecido, y nunca hubiera predicado lleno del
Espíritu Santo, el mensaje de vida eterna.
En
Cambio, después de Su resurrección, el ángel dejo muy claro, que
Pedro seguía siendo uno de los discípulos. (Marcos 16.7)
¿Alguna
vez has tomado una decisión que te trajo un mal resultado? O peor aún, ¿Haz
sentido condenación por haber tomado malas decisiones? O, ¿has
sentido que DIOS nunca te perdonará por lo que hiciste?
Afortunadamente,
los seguidores de Cristo Jesús NO tienen porque vivir en auto-condenación. Las
Escrituras nos lo aseguran. (1 de Juan 3.19, 20)
Si
DIOS NO nos condena, no existe razón alguna para que nuestra mente nos
atormente con mentiras de condenación.
DIOS también ha
prometido que nuestros pecados han sido eliminados de nuestras vidas y DIOS lo
ha alejado tan lejos de nosotros, como está el oriente del occidente (Salmo
103.12). Si nuestros pecados han sido tirados tan lejos, no tenemos porque ir a
buscarlos para traerlos de vuelta a nuestra vida.
El
Perdón de DIOS, luego de un arrepentimiento genuino, es completo y total,
además de completamente gratuito. Incluso nuestras peores y más
devastadoras y perjudiciales decisiones, pueden ser redimidas para honrar y
glorificar a DIOS, a su debido tiempo. (1 de Juan 1.9)
Dios
les bendiga abundantemente.
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