TIEMPO DE
REFLEXIÓN
“Entonces
me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón
a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus
palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de
Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los
principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de
Persia”. Daniel
10. 12 – 13.
En nuestra vida cotidiana, estamos
acostumbrados a ver la vigencia de leyes naturales, que gobiernan nuestras
vidas. Se rigen por una relación de causa y efecto. En tal sentido podemos
hablar, de la ley de gravedad por ejemplo y tantas otras que las encontramos cada día en nuestro diario andar. Esta relación de
causa y efecto, nos habla de cómo se mueve el mundo natural, o mejor dicho el
mundo físico que claramente podemos ver. Por encima de esto, y de manera
invisible a nuestros ojos naturales, se encuentra un mundo sobrenatural, el
hecho de que no lo veamos, no transforma lo sobrenatural en algo irrelevante en
nuestra vida o irreal, sino todo lo contrario. Es un mundo tan real, o más, que
la vida misma. En la Biblia, vemos como Jesús intervenía de manera
sobrenatural, cortando esa relación causa-efecto e interviniendo de manera
poderosa. Por ejemplo según el mundo natural, la lepra no era curable, ni había
solución para un ciego de nacimiento y menos aún para un joven que se arrojaba
al fuego queriendo matarse. Sin embargo, y de manera sobrenatural Jesús
interviene, trayendo sanidad y libertad.
También decimos cuando hablamos de oración, que las cosas se conquistan primero en el mundo espiritual, para luego verlas en el mundo natural. Veamos este ejemplo bíblico; "Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia." Daniel 10:12-13
Daniel había clamado a Dios, pero pasaron 21 días hasta que pudo ver la respuesta, durante este tiempo hubo oposición, pero dice la Biblia que desde primer día que Daniel dispuso su corazón, Dios había oído sus palabras. Algo se estaba gestando en el mundo sobrenatural, que luego pudo ver claramente en el mundo natural.
Tal vez lo natural te diga, estás enfermo, o tienes un diagnóstico de que no hay nada que hacer, o quizás te encuentras acorralado por las deudas o una situación sin salida. Puede que sientas que no avanzas y hasta te preguntas, ¿alguna vez veré un cambio?
Quizás pienses, que es así, que esta es tu realidad de hoy, tu mundo natural, pero recuerda que hay un mundo superior, espiritual, sobrenatural, donde el poder de Dios llega en tu auxilio. El día 21 llega al igual que en la vida de Daniel, cuando finalmente puedes ver la respuesta a tus oraciones. La intervención divina cambia diagnósticos. Es tiempo de creer y esperar en El, tus oraciones han sido escuchadas desde el momento que abriste tu corazón y fuiste en humildad delante de su presencia. Hay una bendición que se está gestando en el mundo espiritual, aun no la vemos, pero con paciencia y con fe la esperamos.
También decimos cuando hablamos de oración, que las cosas se conquistan primero en el mundo espiritual, para luego verlas en el mundo natural. Veamos este ejemplo bíblico; "Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia." Daniel 10:12-13
Daniel había clamado a Dios, pero pasaron 21 días hasta que pudo ver la respuesta, durante este tiempo hubo oposición, pero dice la Biblia que desde primer día que Daniel dispuso su corazón, Dios había oído sus palabras. Algo se estaba gestando en el mundo sobrenatural, que luego pudo ver claramente en el mundo natural.
Tal vez lo natural te diga, estás enfermo, o tienes un diagnóstico de que no hay nada que hacer, o quizás te encuentras acorralado por las deudas o una situación sin salida. Puede que sientas que no avanzas y hasta te preguntas, ¿alguna vez veré un cambio?
Quizás pienses, que es así, que esta es tu realidad de hoy, tu mundo natural, pero recuerda que hay un mundo superior, espiritual, sobrenatural, donde el poder de Dios llega en tu auxilio. El día 21 llega al igual que en la vida de Daniel, cuando finalmente puedes ver la respuesta a tus oraciones. La intervención divina cambia diagnósticos. Es tiempo de creer y esperar en El, tus oraciones han sido escuchadas desde el momento que abriste tu corazón y fuiste en humildad delante de su presencia. Hay una bendición que se está gestando en el mundo espiritual, aun no la vemos, pero con paciencia y con fe la esperamos.
Dios les bendiga
abundantemente.
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