TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. (Jeremías 29.11).
Hay ocasiones en las que no podemos comprender que cosa nos impiden hacer aquello que queremos emprender. Cuando Dios introduce un tiempo de espera en nuestra vida, y parece no darnos una respuesta, no nos llenemos de inquietud, sólo esperemos.El tiempo de espera es para enseñarnos el significado de la paciencia, del servicio comprometido, el objetivo es que comprendamos la importancia de madurar en la fe que brindamos al Señor.Quizá nos haga falta recordar que algunas cosas ocurren dentro de determinados lapsos, pero dictados por el tiempo de Dios, no el nuestro. Por ejemplo, cuando los israelitas salieron de Egipto, el Señor los mandó a la tierra prometida por la ruta más larga (Éxodo 13.17-18). Mientras tanto, los preparó, les enseñó y los desafió.En nuestro acelerado mundo, queremos que todo se haga inmediatamente. Pero, a veces, el plan de Dios es distinto. Busquemos la ayuda del Señor y aprendamos a aceptar cada uno de sus momentos, recordando que sus planes, serán siempre de paz y de bien; como dicta la Palabra: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario