TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará”. Mateo 17.20.
Todos
deseamos tener más fe, especialmente cuando tenemos problemas gigantescos. Sin
embargo, la mayoría de nosotros practicamos mucho la fe. Nos sentamos en sillas
sin probarlas antes; usamos hornos sin analizar cómo funcionan, entramos llaves
en las puertas y esperamos que abran. No solemos ir por ahí quejándonos y
diciendo: “¡Cómo me gustaría tener más fe en las sillas, los hornos y las
llaves!” Dependemos de estos objetos porque los consideramos confiables, no
porque hayamos desarrollado grandes sentimientos de confianza.
Jesús
no dijo a sus discípulos: “Tened más fe en Dios.” Sencillamente dijo: “Tened fe
en Dios” (Marcos 11.22).
Alguien
escribió: “La fe sólo es tan válida como el objeto de ella. Usted puede tener
una fe tremenda en una delgada capa de hielo y ahogarse…. Y podría tener muy
poca fe en una capa de hielo muy gruesa y estar perfectamente a salvo.”
Muchos
cristianos tienen fe en su fe y no fe en Dios. Cuando pasan por pruebas
agonizan para alcanzar una fe gigantesca. Pero Jesús enseñó que una fe del
tamaño de un grano de mostaza es suficiente, si se siembra en el terreno de la
grandeza de Dios.
¿Cuál
es tu montaña hoy? Tan pronto siembres tu grano de mostaza de fe en Dios, tu
montaña se convertirá en Su responsabilidad y podrás descansar en Su fidelidad.
Dios te bendiga abundantemente.
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