domingo, 25 de octubre de 2020

Tiempo... Hebreos 11. 24 - 25

 


TIEMPO DE REFLEXIÓN

 

“Por fe Moisés, hecho ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón; Escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado”.

Hebreos 11. 24 - 25.

 

La vida está llena de decisiones.  Hoy mismo tendremos que enfrentar varias de esas decisiones.

¿Cuál será la mejor manera de escoger lo mejor?  ¿Cuándo podremos determinar que la decisión que estamos tomando es la mejor?

La Biblia dice que Moisés tomó una gran decisión, la decisión de dejar de ser llamado hijo de la hija de Faraón y esa decisión implicó para él el sufrimiento junto con el pueblo de Dios.  Pero, el mismo pasaje dice que por la fe, él hizo tal decisión.

Fe descansa en las promesas.  Fe en las promesas recibidas es equivalente a cumplimiento de esas promesas.  Es un asunto pequeño considerar si las cosas prometidas  nos han sido dadas, porque es seguro que lo que Dios promete él lo cumple y nosotros en anticipación a esas promesas que se cumplirán podremos entrar en pleno gozo.

Moisés simplemente actuó en lo que vio, porque Dios se lo había mostrado.  Su fe le mostró las cosas que estaban escondidas para sus contemporáneos y eso lo guió a actuar en una manera que para los demás era absolutamente incomprensible.  La fe es solo posible cuando nosotros estamos en el plan de Dios y nos paramos firmes en sus promesas.  Es inútil orar para que se nos incremente la fe hasta que nosotros no hemos cumplido las condiciones de la fe. 

Es inútil gastar tiempo derramando lágrimas por nuestras fallas cuando tales fallas son el resultado de nuestra incredulidad. 

Necesitamos determinar cuál es el plan de Dios para nuestra vida y lanzarnos a eso.  Cuando determinemos cuál es el plan de Dios para nuestra vida, entonces podremos alimentarnos de las promesas de Dios para ese plan. 

Cuando estas condiciones son realizadas, la fe viene por sí misma y entonces no habrá absolutamente nada imposible. 

La fe descansa en Sus promesas y esa fe nos muestra las cosas escondidas para hacerlas realidad.  La fe es caminar en esa confianza plena con Su dirección.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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