TIEMPO
DE REFLEXIÓN
La
necesidad imaginaria de mañana.
“Dijo
luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué
comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y
el cuerpo que el vestido”. (Lucas
12.22)
Muchas
veces nos habremos encontrado en la vida, con la posibilidad de hacernos la
pregunta ¿Y si…?.
Es
sin duda una de las combinaciones de palabras que más nos conducen a la
ansiedad. Cuando las susurramos, empezamos a imaginarnos una mala posibilidad,
después otra, y más tarde, las dos negativas juntas.
Podemos
olvidar que Dios nunca agotó sus provisiones para nosotros ante una necesidad y
pensar en el temor de que nuestro pozo podría secarse mañana.
Aunque
es indudablemente sabio planificar para el futuro, la sed imaginaria del mañana
es una necesidad que no se sacia, aunque nuestro pozo esté lleno hoy.
Jesús
enseñó que es inútil preocuparse por el futuro. No deberíamos traumatizarnos
con lo que podría suceder ni con lo que tal vez tengamos.
Pero
que hacer. La necesidad imaginaria de mañana es un vacío que Dios no satisface,
es un vacío que cada uno de nosotros llena, partiendo de la fe y confianza en
la suficiencia del Señor, en su grandiosa misericordia, en su sentido de
cuidado por cada hijo. Si el Señor nos ha dado alimento y bebida suficientes
para hoy, ¿por qué no dejar que Él se preocupe por nuestros mañanas?
Cuando
el afán y la angustia, ganen espacio en nuestra vida, Tengamos calma y
confiemos en Jesús. Pensemos que Dios nos ha dotado de todo lo necesario para
triunfar; esforcémonos seamos valiente y triunfaremos pero sobre todo tendremos
paz en nuestro corazón.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario