lunes, 19 de mayo de 2025

Un momento... Obedecer a Dios sobre todo

 


UN MOMENTO CON DIOS

Obedecer a Dios sobre todo

 

“El hombre malo lisonjea a su prójimo, Y le hace andar por camino no bueno”. (Proverbios 16. 29)

 

A veces puede haber personas que nos intimiden. Tal vez actúen mediante la coacción o parezcan ejercer un poder que podría doblegarnos. Así que, para caerles bien, podemos sentir la tentación de hacer lo que nos dicen, aunque lo que nos piden no esté bien. Pero comprendamos que lo que les mueve no es nuestro bienestar, sino una necesidad impía de control que no se aplacará. Y, en última instancia, seguirlos nos llevará por un camino destructivo (Proverbios 14. 12)

Esto era ciertamente válido para el rey Nabucodonosor de Babilonia, que tenía el mayor ejército del planeta y se dirigía la superpotencia incontestable de la época. Nabucodonosor promulgó un decreto por el que todos debían inclinarse ante la inmensa estatua de oro que había erigido o serían ejecutados (Daniel 3). Tres hebreos de la multitud Sadrac, Mesac y Abednego comprendieron que sólo se debía adorar a Dios. Así pues, podía obedecer al Señor y ser condenados al horno de fuego, o rendir homenaje a Nabucodonosor y deshonrar a Dios.

Por supuesto, aquellos hombres fieles honraron al Señor. Sí, fueron arrojados al fuego por ello, pero Dios los libró milagrosamente de él. Y gracias a su valor, Nabucodonosor reconoció al Dios de Israel.

Aunque es cierto que siempre debemos honrar a la autoridad (Romanos 13. 1), nunca debemos desvivirnos por ganarnos el favor de la gente a costa de nuestra relación con Dios, sobre todo cuando nos piden que hagamos cosas contrarias a Su Palabra. Sí, mantenernos firmes contra ellos puede causarnos problemas, pero obedezcamos al Padre y no temamos. Los bravucones van y vienen, pero el Señor es eterno y siempre nos guiará por el camino correcto.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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