miércoles, 21 de mayo de 2025

Un momento... La guía de Dios, la mejor guía

 


UN MOMENTO CON DIOS

La guía de Dios, la mejor guía

 

2No hay sabiduría, ni inteligencia, Ni consejo, contra Jehová”. (Proverbios 21. 30)

 

Cuando surgen problemas en nuestra vida, ¿cuál es nuestra respuesta inicial? ¿Analizas los problemas desde todos los ángulos, los comentarios con nuestros seres queridos, o acudimos al Señor? Aquí reside una vital importancia del camino hacia encontrar una solución, porque muestra de dónde procede realmente nuestra confianza: si confiamos en nosotros mismos, en los demás, o en Dios. Lo más probable es que el Padre esté intentando enseñarnos algo importante a través de nuestras pruebas, y puede que, sin querer, le dejemos fuera de la ecuación, luchando cada batalla por nuestra cuenta o permitiendo que otros influyan en nuestras decisiones.

Cuando intentamos superar nuestros retos con nuestra sabiduría, o nuestro propio entendimiento de las cosas y no con la sabiduría de Dios, las pruebas suelen parecer mucho más grandes de lo que realmente son. Y cuanto más discutimos nuestros dilemas con los demás, más confuso y abrumador nos sentimos. Desgraciadamente, esto se debe a que el entendimiento humano suele intentar eludir el camino de la fe que el Señor quiere que tomemos. Y esto demuestra que ello nunca funciona.

Por eso nuestro primer paso debe ser siempre dirigirte al Padre amoroso y bondadoso, que además todo lo puede. Primera de Corintios 14. 33 promete: “pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz”. El Señor es el único que puede guiarnos por el camino correcto, y sin duda lo hará si lo buscamos. Eso no quiere decir que nunca debemos consultar a otros. Más bien, debemos confiar en que el Padre nos mostrará con quién debemos hablar y cuándo es apropiado hacerlo.

Así que, sea cual sea la adversidad a la que nos enfrentemos hoy, desarrolla el hábito de acudir primero al Señor, y pedir su sabiduría para atravesar los problemas de los que no estaremos exentos en nuestro camino. Dejemos que Él ponga nuestras dificultades en perspectiva y nos oriente. Luego podemos comentar lo que Él Señor nos ha revelado, con amigos piadosos que nos apoyen mediante la oración, y el estímulo fraternal que debe reinar entre hermanos, en tiempos de dificultad.

El Señor conoce nuestros problemas mejor que nosotros. Acudamos a Él en primer lugar, cuando a nuestra vida llegue la adversidad. Confiemos para que nos guie por el camino que debo seguir, según Su perfecta voluntad.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario