UN MOMENTO CON DIOS
Dios un padre bueno
“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. (Santiago 4. 3)
Una de las lecciones que tenemos
que aprender de Dios es que nunca nos dará nada que no estemos preparados para
recibir, o que nos haga daño: “¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan,
le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?
¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?” (Lucas 11. 11 - 12)
Es un Padre que da cosas
buenas a sus hijos. Conoce nuestra naturaleza y sabe que nos autodestruiríamos.
Dice “¡No!” por nuestro bien, aunque no lo entendamos en ese momento. Nos
libera de nosotros mismos. ¡Qué tremendo!
Así que cada vez que le pidamos
algo a Dios y nos diga que no, glorifiquémosle. Tal vez, sin darnos cuenta, estemos
pidiendo por razones equivocadas o en el momento equivocado. Por desgracia, nos
engañamos sobre nosotros mismos. Pedimos, pero pedimos mal. Pedimos para
satisfacer nuestros propios deseos, y hasta sin intención deliberada, deseamos
cosas encontrar de la voluntad del Señor.
Y es por esa razón, por la
cual, si no estamos preparados para recibir, Dios nos hará esperar. Adoremos a
Dios mientras esperamos. Él nos responderá cuando nuestro corazón esté
preparado para recibir lo mejor que tiene para nosotros, pues como el profeta
Jeremías afirma, Él conoce más allá de nuestro propio entendimiento, lo que nos
será verdaderamente bueno: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de
vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que
esperáis.” (Jeremías 29. 11)
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario