LECTURA DIARIA:
Job capítulo 23
Job cree que si pudiera al menos ganar acceso a Dios, el problema de su reivindicación sería solucionado. Dios no sería violento con él sino que escucharía sus protestas de inocencia y lo absolvería.
Si hubiera algún pecado por el cual necesitara arrepentirse, ¡lo hubiera hecho! Sabía que los malos habrían de ser castigados; sabía que Dios lo reivindicaría si él lo decidía. De todos los ejemplos de maldad en el mundo, su gran deseo era que Dios limpiara su nombre, probara su rectitud y explicara por qué había sido elegido para recibir todas estas calamidades. Job trataba de hacer que sus amigos vieran que las preguntas acerca de Dios, de la vida y de la justicia no son tan simples como ellos suponían.
Pero Dios es inaccesible, no está ni atrás ni adelante, ni a su mano izquierda ni a su mano derecha. Y aun así, si Job no puede encontrar a Dios, sabe que Dios puede encontrarlo a él y que si Dios lo pone a prueba saldrá como oro, reivindicado como inocente. Pero Dios no está actuando justa o legalmente piensa él; lo que su alma desea, él lo hace, y eso es únicamente para sufrimiento de Job. Está luchando en la oscuridad contra un contrincante inatacable e inaccesible, pero seguirá luchando.
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